Adiós al sueño “cafetero”
Colombia cayó en penales ante Inglaterra y se despidió de la Copa del Mundo en octavos de final, en presencia de LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050 en el Spartak Stadium. 1 a 1 en los 90 minutos, alargue y caída 4 a 3, para cederle el paso a cuartos a los ingleses, que ahora irán por Suecia.
(POR LUCIANO OLIVERO, Desde Moscú)
Yerry Mina ilusionó al pueblo colombiano con un gol al minuto 93 para igualar el encuentro en el último suspiro, pero ante la atónita mirada y cobertura de LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050, lamentablemente, en la definición desde el punto penal, el combinado "tricolor" cayó 4-3 frente a los ingleses, y se despidió de la Copa del Mundo.
Algunos quedaron parados en la mitad del campo de juego, otros se retiraron con la cabeza tapada con la camiseta. Todos, bañados en lágrimas.
Así terminó el partido "cafetero" frente a Inglaterra, tras los penales errados Matheus Uribe y Carlos Bacca y miles de colombianos se retiraron del estadio con el corazón hecho en mil pedazos.
James Rodríguez se robó la mirada de todos, ausente en el duelo, quedó sobre el cierre solo en el banco, lamentando que las cosas no se dieron y que una lesión le impidió estar en este encuentro definitivo. Una imagen triste y dolorosa, incluso para nosotros los argentinos, que estuvimos cubriendo y deseando, la clasificación de un nuevo equipo sudamericano.
Colombia cayó 4-3 en la definición desde el punto penal, después de empatar en 120 minutos frente al seleccionado inglés. Después de que Yerry Mina le arrancara del alma la ilusión a los ingleses y se la devolviera a los colombianos con un cabezazo, que hizo vibrar a todo un estadio, y a todo un país que acompañó en gran número, exactamente al minuto 93, cuando el encuentro estaba en su ocaso y los pocos asistentes británicos al estadio del Spartak cantaban en la tribuna, apareció la cabeza del central.
La imagen del balón en el fondo, superando la cabeza de Kieran Tripper y los jugadores del combinado colombiano celebrando en el lado oriental del escenario, fue un poema para todos los sudamericanos presentes, que se desgarraron la garganta festejando.
El anhelo se vio truncado comenzando el segundo tiempo. Un agarrón, un empujón: penal. Carlos Sánchez en contra de Harry Kane. Minuto 55 del último partido de los octavos de final de la Copa del Mundo. Discusiones, quejas, una tarjeta amarilla por bando (Carlos Sánchez y Jordan Henderson). Ese minuto, ese instante, fue un momento de tensión. De constantes roces, faltas. Cortado por la pierna fuerte de ambos y por jugadas que el árbitro central del compromiso, el estadounidense Mark Geiger, exageró. En ese momento el partido se tiñó de rojo. Ejecución de Kane al centro, Ospina se jugó a la derecha y gol.
El gol fue al minuto 57´. Después, todo fue confusión y varios jugadores "tricolor" perdieron la cabeza. Experimentados como Falcao y Cuadrado pelearon contra el árbitro por una decisión que ya estaba tomada. Los de Pekerman perdieron minutos frente a un equipo inglés que empezó a apostar por el contragolpe con jugadores como Jesse Lingard, Ashley Young y Raheem Sterling. Se abrieron los espacios de un partido que estaba cerrado para ambos equipos y el duelo se puso lindo.
Es que antes de ese gol, todo se basaba en el ritmo. Los ingleses apostaban por la velocidad, por las transiciones rápidas de defensa a ataque, mientras que los colombianos por la posesión, por el manejo del balón y por el juego pausado.
Cuando Colombia logró reponerse del mazazo que fue el gol de Kane, empezó a manejar la pelota con una mentalidad más ofensiva. Adelantaron líneas y las aproximaciones y los remates al arco inglés empezaron a llegar. Falcao, Cuadrado y Uribe tuvieron opciones claras antes del gol de Mina. Incluso el ingreso de Bacca también fue fundamental.
Lo que siguió, sobre el final, fue el delirio, el júbilo, la cabeza de Yerry Mina, el regreso de la ilusión y el alargue. En esos 30 minutos, lo tuvo Falcao, pero no logró definir con comodidad, también lo tuvo Danny Rose, pero el balón se fue desviado por centímetros y a patear penales.
Desde los 12 pasos, en esa tanda que es una lotería, que puede caer cruz o cara, le cayó al revés al seleccionado colombiano. Después de que Ospina le atajó el tercer cobro a Henderson, Mateus Uribe y Carlos Bacca erraron. Con el cobro de Eric Dier, se acabaron las ilusiones "cafeteras" y aparecieron las lágrimas. Un adiós triste, que sufrimos todos, porque la clasificación estuvo cerca, pero por cosas de este deporte, se negó. Así es el fútbol. Inglaterra ganó y ahora enfrentará a Suecia en cuartos, en la ciudad de Samara.