Apasionada por el deporte
La triatleta Alejandra Aimale disfruta al máximo de la actividad física, algo que le permite tener un estilo de vida saludable y compartir momentos inolvidables, por ejemplo, cuando puede salir a entrenar en grupo. La sanfrancisqueña ha disputado hasta el momento cinco Medio Ironman y subrayó: "Es una experiencia muy gratificante".
Con la firme intención de lograr, a través del deporte, mejorar su calidad de vida, la triatleta sanfrancisqueña Alejandra Aimale comentó cómo fueron sus comienzos en el mundo del triatlón y reveló que haber vivido desde adentro cinco duras competencias, como son los Medio Ironman, fueron para ella "una experiencia muy gratificante".
A pesar de la pandemia del coronavirus, que obligó a la suspensión de las diferentes actividades, Aimale -en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO- aclaró: "Nunca bajé los brazos y siempre seguí entrenando".
"Mi historia con el triatlón se remonta al año 2015, cuando cumplí 50 años, allí decidí dedicarme a estas tres disciplinas que tanto me gustan, fue como una forma de desafiar mis límites. En aquel momento me apersoné al profesor Bruno Ramos, le conté mi idea y me miró como diciendo: 'no, no puede ser' porque de entrada le dije que quería empezar a entrenar para hacer un Medio Ironman", comentó Alejandra.
"Bueno, así comencé con el triatlón y realmente entrenar, con todo lo que uno vive en la previa, y llegar a la competencia, es algo impagable. Lo que más gusta del triatlón es la convivencia, la camaradería, lo que se vive al salir a entrenar en grupo", subrayó.
"Hasta ahora participé en cinco Medio Ironman, donde hay que realizar 1900 metros nadando en aguas abiertas, 90 kilómetros de bici en ruta y 21 kilómetros de pedestrismo. Tres de estas competencias fueron en Buenos Aires, una en Concordia, Entre Ríos, y la quinta en Miami. Las cinco veces que corrí le puse aproximadamente 6 horas y 50 minutos", especificó.
"Todas tuvieron detalles particulares inolvidables, relacionados con la gente que me acompañó, que fue a correr conmigo, y que sufrió conmigo, como familiares y amigos muy queridos que fueron a Miami y me hicieron carteles para cuando yo pasara corriendo. También fue especial mi primer Medio Ironman que se hizo en Nordelta, fue en marzo de 2016 y la adrenalina que tenía nunca me la voy a olvidar", aseguró.
"Quiero aclarar que en este tipo de competencias no hay que clasificar para poder ir, cualquiera que se lo proponga lo puede hacer. Recomiendo participar en los Medio Ironman porque te dejan una experiencia muy gratificante", destacó.
"Además corrí varios triatlones en San Francisco, pero confieso que me da un poco de pudor correr en mi ciudad", indicó.
"De las tres disciplinas que implica el triatlón, me encanta nadar y pedalear, mientras que la disciplina que menos disfruto, y la hago porque solamente quiero hacer el triatlón, es el pedestrismo", admitió.
Cuando fue consultada sobre sus sensaciones en el momento que se habilitaron los entrenamientos al aire libre en San Francisco señaló: "Sentí una alegría enorme, aunque también soy una persona bastante casera y durante la pandemia en casa nos ingeniamos para seguir haciendo todo".
La cuarentena
"A la cuarentena la estoy viviendo como me imagino todas las personas, con altibajos, con incertidumbre, tratando de vivir el día a día de la mejor manera posible. En lo familiar, muy contenidos todos, los primeros días de encierro la verdad que la pasamos bien; en lo laboral estoy trabajando desde casa sin horarios fijos... soy secretaria en una inspección del ministerio de educación de la provincia. Mientras que en lo deportivo, aclaro que no me considero una deportista sino que soy una persona que a través del deporte quiere mejorar su calidad de vida, estuve haciendo mucha actividad quizás más de la cuenta ya que me encanta y siento que todos los días tengo que hacer una de las disciplinas", sostuvo Aimale.
Además, confesó: "Yendo al plano personal, he tenido algunas pérdidas de personas muy queridas que se ha llevado toda esta lamentable situación; pero no queda otra que darle para adelante como mejor se pueda".
Acto seguido, enfatizó: "Este tiempo que llevamos en emergencia sanitaria sin duda que me sirvió, me reafirmó la idea de que la vida es un instante y que muchas veces nos hacemos problemas por pequeñas cosas que no tienen sentido alguno. Agradezco a la vida la hija que me dio, y lo buena persona que es, ya tiene 28 años".
"En todo lo que va de este 2020 las diferentes competencias se fueron postergando por la pandemia, si se hubiera podido, quizás a principio de noviembre habría participado en Nordelta, Buenos Aires, pero por ahora se postergó. Más allá de esto, nunca bajé los brazos y siempre seguí entrenando. Para mí el deporte es una forma de vida", aseguró.
Además, puntualizó: "Desde que era chica siempre me gustó moverme. Cuando era una niña iba a destreza, a danza, jugué al vóley toda la vida y me encantada hacer ese deporte. Paralelamente también jugaba al tenis, actividad a la que me dediqué hasta 2015, que fue cuando arranqué con el triatlón".
"Mi actual entrenadora es la licenciada Alejandra Rosso, que además es mi amiga. Es muy importante tener a un buen entrenador o entrenadora para que considere tus expectativas, tu edad y te arme un plan personalizado", explicó.
Por último, expresó: "Estoy esperando que se organice alguna carrera para ver con Alejandra la posibilidad de participar. Espero que el triatlón de San Francisco se pueda realizar, que sería en febrero de 2021".