Aprendiendo a volar
Zezular, Diotto, Melastro y Cuesta, los "halconcitos" que van haciendo experiencia en el plantel superior de San Isidro.
Siguen sumando minutos y ganando experiencia integrando el plantel primer equipo. Ya conocen la categoría, la atmósfera que se respira junto a los mayores, capitalizan enseñanzas y por momentos son la rueda de auxilio necesaria, claro aprovechando al máximo cada oportunidad de juego que se les presenta para demostrar también que están a la altura de las exigencias.
Ellos son los chicos de la "cantera", lugar donde San Isidro siempre echa mano para conformar de punta a punta un plantel competitivo. Luciano Melastro, Ignacio Cuesta, Federico Zezular y Jeremías Diotto visitaron nuestra redacción y en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO dejaron sus sensaciones de cara a la nueva edición de la Liga Argentina de básquet que se avecina.
Otra vez en casa. Luciano Melastro (17) nació el 25 de abril de 2002. El alero sanfrancisqueño de 1.90m. luego de varios años radicado en Mendoza donde jugó en Deportivo Argentino de San Rafael, regresó al club de sus amores en el que hace una temporada y media viene mostrando un acentuado crecimiento.
"Debuté en el Súper 10, la verdad que estaba nervioso pero después fui soltándome, ganando en confianza. Uno siempre se equipa con la ilusión de poder tener minutos y esta vez se dio".
"La verdad que me siento agradecido que el entrenador (Sebastián) Torre me haya dado esta oportunidad para mi crecimiento personal. Vamos a seguir trabajando, aportando desde nuestro lugar esperanzados en poder tener una gran temporada".
Buena base. Ignacio Cuesta (17) es oriundo de Marcos Juárez donde nació el 1 de febrero de 2002. El base de 1,73m. con pasado en San Martín de esa ciudad fue reclutado y en la temporada anterior tuvo su bautismo de fuego en la segunda categoría del básquet nacional.
"Torre me hizo debutar la temporada pasada contra Ceres, entré muy nervioso porque nunca pensé que me iban a llamar, ni siquiera para entrenar, bueno, se me dio ese premio. Todavía no tengo protagonismo, pero ya es la segunda temporada que estoy entrenando con el equipo y hay partidos en los que me toca estar en el banco y eso me hace ir agarrando mucha experiencia".
"En la temporada pasada me daban muchos consejos Rodríguez Suppi y Ludueña, y ahora están (Milton) Vittar que se lesionó y (Joaquín) Noblega que es U23. Estoy moviéndome despacio porque venía de una lesión en la cadera pero mirando los entrenamientos todos los mayores les dan muchos consejos a los juveniles".
Por la vuelta. El más experimentado del grupo es Federico Zezular (17). El alero de 1,98m., nacido el 9 de noviembre de 2001, hace dos años arribó al club desde la ciudad de Córdoba en la que vistió la casaca de Belgrano. Sus aptitudes y potencia hicieron que el técnico Julián Pagura lo promoviera al plantel superior en la temporada 2017-2018. Hoy se apresta a volver tras una lesión.
"Debido a una lesión en la rodilla izquierda en el Final Four U19 hace dos meses y medio que estoy parado. Pero en los próximos días voy a empezar a trabajar, de a poco. Llegué para jugar el Nacional U19 que salimos campeones y de ahí empecé a entrenar con los mayores por pedido de (Julián) Pagura. La verdad que es otro clima el de primera, totalmente diferente a las demás categorías por el profesionalismo que existe".
"Me tocó vivir diferentes momentos como quedar número 13 y en la otra temporada llegar a jugar una final, pero de todo se aprende y te motiva a seguir trabajando fuerte".
Un promesa. Otro de los reclutados es Jeremías Diotto (16), también oriundo de Marcos Juárez donde vistió los colores de Argentino. El pivot de 2,02m. nacido el 14 de noviembre de 2002, en su corto período en la institución exhibió su talento, lo que motivó el llamado del entrenador Sebastián Torre y del preseleccionado argentino que se prepara el Sudamericano de Chile.
"En mi caso debuté de local contra Tiro Federal en diciembre pasado. Cuando llegué al club me costó un poco adaptarme por mi timidez, pero después mis compañeros me hicieron sentir como en casa. Trato de aprovechar los entrenamientos y los consejos que me dan Zago y Guaita".
"En agosto tuve una convocatoria con el preseleccionado argentino U17 que se prepara para el Sudamericano que se jugará en Chile del 28 al 3 de noviembre. Este lunes voy a otra en Lomas de Zamora por una semana y la otra en el Cenard. Hay posibilidades de quedar así que estoy con mucha confianza".
"Cuando estaba en Argentino no jugaba mucho los provinciales, pero cuando llegué a San Isidro pude llegar a los Final Four de las categorías U17 y U19, es decir, el club fue una vidriera para mí".
Genuinos representantes de las divisiones inferiores, se traducen en valiosos proyectos para seguir apuntalando las bases del club, son los "halconcitos", esos que apostando a su formación seguirán nutriéndose de roce físico y basquetbolístico. Una manera de seguir aprendiendo a volar.