Apunta alto
Apostando a tener un gran 2018, el ajedrecista Juan Marsón cierra un buen año con presencia internacional y pensando en el desarrollo personal dentro de esta disciplina para la temporada que se viene.
El ajedrecista Juan Miguel Marsón está cerrando un buen año, donde pudo sumar experiencia internacional, con participaciones en torneos que se disputaron en Chile y Ecuador.
Ya cerrando esta temporada, donde además el propio jugador reconoció que fue importante conseguir un "compañero de ruta" como lo es el sanjuanino Román Herrmann, para poder aspirar a tener un 2018 muy promisorio.
Marsón, elegido como el mejor en su disciplina por el Círculo de Periodistas Deportivos de nuestra ciudad admitió que "principalmente es un balance muy positivo en cuanto a lo que es el ranking internacional. En 2016 gané la categoría argentina de sub 2000, pero todavía no me había pasado de ese ELO y por eso en este año jugué tres torneos internacionales en esa categoría, que fueron en Santiago del Estero, Mendoza y Chile. La verdad que creía que iba a pasar de esa categoría y me costó muchísimo. Entonces me propuse entrenar más duro para tener aspiraciones de jugar el Panamericano en la categoría sub 2300 que es la más alta. La idea fue irme manteniendo, lo que trato es de jugar un torneo por mes y entrenar en conjunto con mi amigo Román Herrmann, quien vive en San Juan".
A la vez que agregó: "Me tocó pasar a la siguiente categoría y pude jugar el Panamericano como lo había planeado en la sub 2300 y la verdad que fue un cambio muy duro. No estamos acostumbrados a ese nivel, era mi primer torneo grande en esa categoría y he sacado mucho en cuanto al aprendizaje. Jugué 18 partidas en tres torneos en esta categoría y aprendí mucho, por lo cual siento que estoy preparado para competir de lleno el año que viene y aspirar a buenos resultados. Fue un año que empezó tranquilo, pero fue de menor a mayor y en los últimos meses incrementé el nivel para jugar torneos más fuertes. La realidad es que no estoy satisfecho con los resultados, pero aprendí mucho y sé que tengo potencial y capacidad para seguir mejorando".
Consultado sobre su impresión de que le faltaba para poder dar el salto de categoría, explicó: "Me faltaba básicamente entrenar más y alguna persona que me guíe y esté controlando. Al entrenar solos se hace muy complicado ponerle constancia y mayor esfuerzo. Uno piensa lo que va a hacer al otro día y por ahí las cosas no salen como uno cree porque tiene que hacer otras tareas. Ese entrenamiento planeado se va acumulando y es una rueda que se hace difícil de llevar. Tener a alguien con quien estar en contacto es muy bueno. En Román encontré un socio de torneo, porque tenemos planeado jugar mucho el año que viene y eso es genial. Esto me ayuda bastante a focalizarme en lo que tengo que hacer. Para el año que viene ya planeamos algo más serio. La idea es tener un entrenador dedicado para nosotros y tomar algo de clases para intentar llegar a los 300 puntos de ELO, puntaje que te otorga un título internacional lo cual es muy gratificante. Hay que plantearse objetivos a corto plazo y dar pequeños pasos pero constantes".
Para poder desarrollarse de la manera deseada, Juan Marsón debe ampliar los horizontes ya que se dificulta poder hacerlo solo en San Francisco. "La verdad que es un tema clave apuntar a esto, pero no es solo acá en la ciudad. A Román le pasa y vive en San Juan, lo cual quiere decir que hay pocas personas que estén con esto y se complica conseguir un entrenador personalizado. En San Francisco hace unos años venían al Círculo profesores de Córdoba y Buenos Aires, pero es muy costoso y no se podía aprovechar demasiado, porque se armaban grupos grandes y se hacía una charla más global. Encontrar a alguien que piense como yo me hizo muy bien, estamos a mucha distancia, es cierto, pero hoy en día hay herramientas tecnologías que nos permiten estar en contacto y nos ayuda muchísimo".
En cuanto a los torneos puntuales a los que aspira estar en la temporada venidera, expresó: "Hay dos torneos que son muy claves para la temporada que viene y ya estamos en campaña para ver si podemos conseguir auspiciantes que nos puedan dar una mano. Del 21 al 30 de abril se disputará en Cagliari, Italia, el Mundial, al cual clasificamos por estar en el Panamericano de Ecuador. Después tenemos nuevamente el Panamericano que en 2018 se hará en Panamá. La clave está en aspirara jugar el Mundial, porque si tenemos esa posibilidad va a ser una posibilidad increíble".
A su vez, pensando en resultados deportivos, indicó: "La realidad es que a nivel mundial uno tiene que lograr participar. Ya si hablamos de la final Argentina de la categoría 2300 ya hay que aspirar a conseguir un buen resultado, estando dentro de los 5 mejores. Lo que tiene el ajedrez es que se complica hacer un balance, porque en un torneo ganás un partido contra alguien de mayor categoría y subís 30 puntos. Después perdés 7 partidas seguidas y bajás 15 puntos. Entonces uno piensa en que es positivo porque se suben 15 puntos, pero negativo porque perdés 7 partidos. Se complica verlo desde ese punto de vista. El primer paso es tratar de jugar el Mundial y ver ese ambiente que es increíble, porque ya lo viví como entrenador de los chicos de la ciudad que fueron a jugar a Uruguay, donde convivís con gente que vive el ajedrez de otra manera".