Aquel invierno del '87 donde nacieron Los Charabones
A 35 años de la creación, un 27 de junio, Ricardo Venier uno de los fundadores recordó las épocas de construcción del rugby en la ciudad. Y del cajón de los recuerdos rescatamos algunas curiosidades.
Por Ivana Acosta
Ricardo y el rugby tienen una relación particular, comparten un amor diferente al producido entre los seres humanos. Ha estado presente toda su vida en este deporte donde 30 personas divididos en dos equipos se pasan la "guinda", y chocan unos contra otros disputándosela hasta marcar.
Este señor, de profesión contador y apellidado Venier además de ser un rugbier retirado es precursor también de la práctica moderna de esta disciplina en la ciudad. Lo que tiene este hombre con ese deporte es un vínculo que excede cualquier razonamiento lógico.
Mi teoría es que eso se da solo entre los elegidos como él que tiene la dicha de ser uno de los fundadores del San Francisco Rugby Club (Sfrc) y no todos los días cuando ya pasaron varios años de la creación de la institución se puede compartir una charla con glorias de este tipo.
El señor fue uno de los que impulsó el rugby en San Francisco, al menos el que logró practicarse de forma sostenida, y el que insistió hasta que encontró su segunda casa en un club de la ciudad que eligió para vivir. Estos hechos sucedieron un invierno del mes de junio de 1987.
Así como lo leen, "Los Charabones" cumplen el 27 de junio nada más ni nada menos que 35 años de vida desde que lograron formalizarse institucionalmente, un club donde hoy en día también se entrena hockey. Su desarrollo permitió que el deporte no haya dejado de practicarse nunca hasta la fecha, pero también hizo que Ricardo Venier fuera muy feliz.
Con ahínco, puso nombres, fechas y detalles a una época poco conocida popularmente entre los vecinos de la ciudad, pero que a 35 años de la fundación de esa Asociación Civil surge del arcón de los recuerdos para dar cuenta de la riqueza deportiva de San Francisco.
No hay forma periodística de dividir el perfil de don Venier, su desempeño como rugbier y la consolidación de "Los Charabones", así que dándome por vencida combiné las cosas para que nada se perdiera en el camino.
Cuestión personal
Todo comienza porque un primo de Ricardo era jugador de rugby en Bajo Palermo. A este joven le gustaba ir a visitarlo y perderse en la camaradería y el mundo de este deporte, ahí fue cuando comenzó a surgir en su interior la necesidad de que se pudiera practicar en San Francisco.
"Soy un aficionado y apasionado del rugby, en el secundario estudiaba en Maristas y sabía que tenían equipos de rugby en todo el país menos en San Francisco. Como no logré que hubiera un equipo intenté ir a Córdoba cuando estudié porque tenía un primo en Bajo Palermo y me introdujo en el ambiente", contó en su estudio donde hay papeles de contaduría, pero muchos recuerdos de este deporte también.
Cuando hubo que estudiar, su intención era ir a Córdoba, sin embargo, su destino estaba en Santa Fe. Jugó en Lasalle Jobson y compartió la pasión de ser rugbier con la formación como contador.
Rápidamente continuó diciendo: "Me encontré a la vuelta (a la ciudad) con un grupo de gente, formamos un equipo y competimos hasta el año '81 y se interrumpió después hasta el '87 donde el profesor (Javier) Castelli formó dos equipos de rugby que practicaban en el Centro de Educación Física (CEF) y me sumé. Es ahí donde ya no se interrumpe la práctica y desarrollo del rugby".
La
guinda y Venier están unidos desde siempre y ella lo impulsó a fundar el club
La vuelta a la cancha
¿Por qué no se quedó en Córdoba? Cuando fue a estudiar e intentó sumarse a Bajo Palermo como su primo, aunque el club era maravilloso se vivía una época muy convulsionada a nivel social donde hechos como el "Cordobazo" y el "Viborazo" lo llevaron para el lado de Santa Fe.
Cumplida su formación académica y siendo un joven más maduro, pero igual de empecinado en seguir practicando rugby, logró reunir a algunos otros adeptos para formar un equipo en San Francisco. Se llamaron igual que la institución actual, pero sus camisetas eran de otro color.
Al respecto, Ricardo se valió de su paso por otros equipos y comenzaron a jugar en la Unión Santafesina de Rugby como club invitado. Además, señaló: "También le habíamos llamado San Francisco Rugby Club, pero teníamos las camisetas amarillas, eran dos tucumanos, un salteño, tres cordobeses que integraban el equipo y era gente que vivió una etapa acá por su trabajo".
Las prácticas en ese momento se realizaban en el CEF y por diferentes circunstancias un día se quedaron sin lugar, así que se mudaron al Sport. "Volteamos una serie de árboles para hacer una cancha que no era reglamentaria ni nada, pero servía para jugar. Esa fue una etapa hasta el año '81 donde nos tuvimos que ir, nos ofrecieron la Fábrica Militar, pero se interrumpió la etapa del rugby", relató con cierta nostalgia.
El '87 cambió todo
Los años pasaron, la inquietud siguió en Ricardo, atrás había quedado el armazón de hierro doble T que usaban para practicar el scrum el cual había sido aportado por un ingeniero allá por el año '78.
"Hasta que en 1987 me entero que el profesor Castelli con una parte de sus alumnos y otros adolescentes que venían de Córdoba se estaba practicando rugby de nuevo en el CEF. Me avisaron y llegué para hablar con él, a partir de ahí pensé que no se debía interrumpir más el desarrollo de este deporte. Pensé: tenemos que formalizarlo como institución", expresó con un brillo en los ojos que no descifré si eran lágrimas contenidas.
Ahí fue cuando nació la Asociación Cooperadora Amigos del Rugby que tuvo vigencia desde 1988 y que luego sería reconocida como Asociación Civil San Francisco Rugby Club, "Los Charabones".
"Fueron épocas decrecimiento permanente, el profesor Castelli tenía un gran manejo docente, incluso las divisiones juveniles viajaron a Chile, por ejemplo. También fuimos a Santa Fe. Después vino la etapa de retroalimentación con jugadores que pasaron a ser dirigentes, entrenadores y hoy juegan sus hijos y sus nietos", resumió.
Uno de esos casos es el de Raúl Cejas que "fue el primer presidente del club y sus hijos son jugadores y entrenadores, o el de Roberto Pisani presidente en diferentes períodos en cuya gestión donde se logró comprar el predio" y sus descendientes están ligados a la institución.
Los pibes crecen
Durante muchos años el Sfrc disputó sus partidos en el marco de la Unión Santafesina, pero a medida que pudieron consolidar su estructura institucional y ampliar las formaciones juveniles decidieron pasar a formar parte de la Unión Cordobesa.
La consolidación para las divisiones juveniles de M14 a M19 llegó a partir de 2012 ya compitiendo en Córdoba y afiliados a esta unión. "Se jugaba con equipos de otro nivel y esta competencia le dio un realce a la práctica sumándose más adeptos. En el medio había jugadores de distintas épocas que compitieron en diferentes niveles", apuntó Venier.
Sin embargo, se encontraron con un problema porque los jugadores que terminaban su etapa como juveniles fueron cada vez más porque el club creció y no había lugar para todos sin que no se desperdiciaran sus aptitudes.
"Por eso el año pasado se armó una categoría intermedia, en un campeonato donde iban junto con la primera. Se siguió sumando gente de acuerdo a los resultados, por eso ahora tenemos dos categorías superiores: primera e intermedia", subrayó con el pecho henchido de orgullo este exrugbier.
Viejas épocas de rugby
Antes del Srfc hubo algunos intentos para que el rugby se volviera un deporte practicable en la ciudad. A principios del siglo XX existió el "Deportivo San Francisco", equipo extinto.
Esta escuadra el 7 de junio de 1928 protagonizó el primer encuentro de rugby que se jugó en la ciudad enfrentando al combinado de Córdoba. Fueron sus jugadores (tal como figuran en la nota): Luis Tornati, Da Silva, Bergero, Tarditi, Baratella, Alejo Ferraris, Silva, Atilio Dávila, Agustín Fenelli, José Federco Piano, Justo Peralta, Carlos Fernández Moreno, Teodoro Asteggiano, José Martín Areta ("Chopito") y Herminio De Biassio.
El equipo de rugby de la ciudad en 1928 conservado en un diario de los años '60 (Gentileza AGM)
Años después se formó el equipo del que Ricardo participó también llamado San Francisco Rugby Club. Ellos disputaron partidos como invitados en la Unión Santafesina de Rugby, pero con camiseta amarilla.
En el anecdotario, Venier conserva el nombre de Pedro Yacachury (nombre muy reconocido en el ambiente el rugby) porque en algún momento los instó a regionalizar el deporte. Esa idea se materializó en la Unión Regional del Centro Oeste Santafesina. No obstante, "nunca llegó a concluirse pese a ser formalizada y tener estatuto porque necesitaba el consentimiento de la Unión Argentina de Rugby" (UAR).
Y... es que la UAR es siempre palabra mayor, además existía el inconveniente de la cercanía con otras uniones como la de Santa Fe, Rosario y Córdoba. Lo poco que duró sirvió para aunar esfuerzos de equipos de San Jorge, Cañada de Gómez, hasta Correa que está pegado a Rosario.
El deporte sigue siendo amateur, pero "Los Charabones" siguen creciendo, Ricardo no se pierde una fecha de local porque mientras haya un rugbier corriendo él también lo hará.