Cambió el casco por los barbijos
Se sabe que no se viven tiempos fáciles en medio de la pandemia, donde muchos se vieron obligados a reinventarse y buscar diferentes rumbos. El piloto Gastón Francone junto a un socio, abrieron una distribuidora y hoy fabrican 7000 mascarillas por día.
El deporte está parado hoy en día, salvo algunas cuestiones recreativas. Es cierto que en la mayoría de los casos, los deportistas son amateur y sus vidas no giran en torno a esa actividad que realizan y sus tareas laborales diarias son diversas.
En este tiempo, el piloto sanfrancisqueño Gastón Francone, quien desde hace unos años está radicado en San Jorge, no piensa mucho en los autos (compite en las categorías del Córdoba Pista) y se aboca a su distribuidora, en la cual hoy en día y gracias a una idea que surgió en plena pandemia, se fabrican 7000 mascarillas N94 por día.
"Estamos muy orgullosos y felices porque logramos un producto de muy buena calidad", le comentó Francone al sitio webwww.infosastre.com.ar. Según informó ese medio, Gastón Francone junto a Mariano Díaz y redireccionaron sus negocios. En pocas semanas, instalaron la maquinaria y se lanzaron al mercado.
La pandemia del Covid-19 llegó para cambiar la vida de todo el mundo. Es así que el impacto de este virus, entre muchas cosas, hizo que algunos emprendedores no perdieran tiempo en reinventarse y cambiar su producción original por el coronavirus.
Mariano Díaz y Gastón Francone, en lugar de quedarse de brazos cruzados esperando pasar el aislamiento obligatorio se embarcaron en un ambicioso proyecto y en el momento más difícil decidieron apostar en la ciudad de Sastre. Lo que comenzó como una distribuidora de máscaras de policarbonato y barbijos tricapa SMS para hospitales de la región y empresas reconocidas del interior del país, después de 100 días los encuentras consolidados con el montaje de una empresa con fabricación propia y con proyecciones de expansión en el mercado nacional.
Así nació a mediados de marzo Nexo Mayorista. El propio Francone explicó: "Ante una necesidad que iba en aumento día a día, reaccionamos rápido y nos lanzamos en la búsqueda de interesados. Fue así como llegamos a captar nuevos e importantes clientes como QuickFood, Marfrig donde empezamos a proveer a sus plantas de San Jorge, San Luis, Baradero, y Arroyo Seco y más tarde se sumaron pequeñas y grandes empresas".
En medio del confinamiento y ante la gran demanda, el mercado interno se saturó con el producto con una fuerte competencia. "En ese momento nos dijimos que, si queríamos continuar con el proyecto y perdurar en el tiempo, teníamos que buscar un producto que sea diferente y que escasee en el mercado. Como los N95 no los podíamos fabricar porque las homologaciones en este momento no estaban a nuestro alcance, hicimos un producto similar al N94 y mejoramos notoriamente aquellas mascarillas de protección que se venden en ferretería y pinturerías", relató el Lic. en Administración y Comercialización oriundo de San Francisco.
Tras varios días de negociaciones, lograron conseguir materia primera de muy buena calidad a precios muy convenientes para poder salir a competir en un rubro exigente. Con una importante inversión y una apuesta económica muy fuerte, pusieron en marcha en mayo la construcción de los Barbijos mascarilla de protección Mask-T20 descartables. "Con algunos ahorros y un crédito pudimos comprar una maquinaria más automatizada para lograr más producción y poder cumplir con los pedidos ante la gran demanda. Con un ingeniero Buenos Aires fabricamos la única maquina termoformadora en línea de cinco matrices, similar a una de China, adquirimos una máquina italiana de corte preciso y una máquina que sella por ultrasonido los elásticos y destacó también que fueron parte de este desarrollo y armado de la fábrica personas de la ciudad", detalló Francone.
A la vez que resaltó: "Estamos muy orgullosos y felices porque logramos un producto de muy buena calidad, superior a cualquier producto importado, con un gran precio para este tipo de mascarillas", resaltó y agregó que "no tenemos nada que envidar a las fábricas de mayor trayectoria en este tipo de producto".
Actualmente en la fábrica, ubicada a la vera de la ruta 13, trabajan seis empelados que realizan un solo turno de trabajo de ocho horas. "Con esta tecnología, tenemos la posibilidad de producir 7.000 unidades por día. La idea es que, si esto sigue creciendo, no solo que vamos a necesitar otras máquinas que ya estamos evaluando -termoformadora y de ultra sonido-, sino que vamos a necesitar incorporar más personal", señaló el empresario.
Francone reconoció que fue un largo proceso de aprendizaje y de mucho esfuerzo en un rubro nuevo para ellos. "No quisimos salir alocadamente a vender este producto sino que preferimos ir paso a paso. Lo más importante de todo esto es que no solamente es un producto de necesidad, sino que también estamos dando trabajo con mano de obra local en un momento del país muy difícil", afirmó mientras recibe pedidos de Santa Fe, Chaco y Buenos Aires, entre otras provincias.
Tras la gran repercusión, la ambición de estos emprendedores va más allá dejando en claro que no es un proyecto con fecha de vencimiento. "Tenemos pensado hacer fuerte la marca y, en un futuro no muy lejano, la intención es poder llegar a fabricar los barbijos N95. De hecho, ya estamos analizando diferentes alternativas, ya que es un producto dónde se utilizan otros materiales adicionales, de otras caracterizas en cuanto a la cantidad de insumo que se utiliza, de otro precio y no depender del stock de la marca líder", remarcó.