Como en los viejos tiempos
La Pantera y jugadora de Estudiantes de La Plata, Valentina González volvió a Asociación El Ceibo para seguir con sus entrenamientos.
Por esos caprichos del destino volvió al club de su infancia, lugar donde le tomó amor al vóleibol y dio sus primeros pasos en la actividad alimentando sueños que terminaron haciéndose realidad en base a esfuerzo, perseverancia y responsabilidad.
Convertida en una Pantera, con todo lo que ello significa, Valentina González regresó a Asociación El Ceibo donde ayer continuó con su plan de entrenamiento luego de tres meses de aislamiento en su casa.
"Volver al club me hace revivir momentos muy lindos de la infancia donde conocí a grandes amigas que todavía conservo como Lucía Martínez, Virginia Crespo, Valentina Baronetto y Valentina Lurgo", expresó Valentina a LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Quiero agradecer al "profe" Maximiliano Montenegro quien se ofreció gentilmente a entrenarme, al igual que mi hermana Camila que me asiste también. Entrenar con ellos es un mimo al alma ya que "Maxi" fue uno de nuestros entrenadores de cuando éramos pequeñas", resaltó la líbero de Estudiantes de La Plata.
"Estoy muy contenta y agradecida con El Ceibo por permitirme entrenar en sus instalaciones, para mí es una gran posibilidad poder contar con un espacio tan cómodo y lo más parecido al lugar donde entreno siempre", destacó la jugadora de la Selección argentina.
"Especialmente mi agradecimiento va dirigido a Oscar Oldrino, Roberto Cesca, Mario Comes y a toda la gente de la institución por abrirme las puertas del club como al secretario de Deportes, Juan Iturburu por gestionar mi vuelta a los entrenamientos", finalizó.