Con garra y corazón
San Isidro dio vuelta un complicado partido y terminó derrotando 85-80 a Ameghino de Villa María para seguir conservando imbatible la localía.
Le costó y mucho. Sufrió el trámite y más allá de extrañar importantes bajas, un acotado equipo de San Isidro se las compuso para revertir un difícil juego ante Ameghino de Villa María al que derrotó 85 a 80, en el marco de una nueva fecha de la Liga Argentina de Básquetbol. Los cuartos fueron los siguientes: 1ºc: 17- 26, 2ºc: 36- 51 (19-25), 3ºc: 66-66 (30-15), 4ºc: 85-80 (19-14).
En una notable reacción y con una gran actuación de Felipe Pais, los "halcones" se sacaron de encima a un rival que le propuso una dura lucha, de hecho lo dominó claramente en los dos primeros cuartos, para terminar ganando con sumo esfuerzo en el cierre del intenso partido.
El local tuvo un primer tiempo para el olvido. Recibió 51 puntos y se fue al descanso largo con una diferencia de 15 puntos abajo. Nunca pudo disimular la ausencia de González en la pintura, espacio que dominó la visita a través del moreno Brown II.
Padeciendo un traslado inseguro, el equipo de Pagura se mostró desatento, frágil atrás y con escasa efectividad. Ameghino con un funcionamiento equilibrado y solidario estableció un parcial de 9-0 en los minutos iniciales y desde allí el desarrollo se le hizo cuesta arriba a los "halcones".
Esto llevó al elenco de nuestra ciudad a perder el primer segmento 17-26 y en el segundo cuarto, la ventaja a descontar fue de 16. Claro que el tándem Pérez Tapia- Pais a fuerza de triples pudo achicar sobre el final (34-39 a 3.07).
Aunque la turbulencia de su juego y sus gruesos errores en la circulación, le permitieron a los villamarienses, prolongando su mejor volumen de juego y en una letal ráfaga, volver a establecer una prudencial ventaja al cabo de la primera etapa.
De regreso al parqué, San Isidro pareció recuperar la memoria. Recompuso su postura defensiva para maniatar a su rival y tuvo en Pais al abanderado de una saludable reacción.
El dueño de casa conducido por Müller, exhibió mayores variantes en ofensiva y se mostró efectivo desde el perímetro, para llevarse por delante a su oponente que apenas respondió con la tarea de su americano, lo que le alcanzó para sostener la paridad en el electrónico al cabo del tercer cuarto: 66-66.
La levantada del local mermó en el último cuarto y la visita se animó a dar la sorpresa en el "Severo Robledo". Pero en cuestión de minutos, los de Pagura volvieron a esgrimir una rigurosa defensa para empezar a controlar las acciones y más aún cuando el juvenil Pérez Tapia restando 25 segundos clavó un triplazo de más de 7 metros, allanando el camino hacia la trabajosa victoria que terminaron por sentenciar Durley y Pais desde la línea de libres.
Una victoria que sirvió para sostener el invicto en casa en tiempos de tormenta. Un triunfo festejado a rabiar por el equipo apiñado en el centro de la cancha. No fue para menos, es que como cantaron los muchachos, el partido se ganó con garra y corazón.