¿Cuanto cuesta ver el TC en Rafaela?
Los amantes del Turismo Carretera se vieron sorprendidos por estas horas, por el enorme aumento en el valor de las entradas para la carrera que se aproxima en Rafaela, los días 6, 7 y 8 de octubre. Pasá, lee la nota y enterate cuanto tendrás que pagar para ver la acción en la "perla" del oeste santafesino.
La Asociación de Corredores de Turismo Carretera fijó los valores para las entradas al espectáculo del 6, 7 y 8 de octubre en Rafaela, donde se correrá la segunda edición de la Carrera del Millón y también la segunda prueba de la Copa de Oro.
La general para hombres fue fijada en 500 pesos, 200 pesos más que el año pasado, y 5 veces más cara que la entrada que se pagó el último fin de semana en La Pedrera para ver el mismo espectáculo. En San Luis, con el apoyo del gobierno puntano, la ACTC cobró solo 100 pesos la general.
Para la carrera de Rafaela, además, las mujeres pagarán 250 pesos, y los otros valores también vienen con fuertes incrementos respecto al año pasado. Así, el ticket para boxes costará 1.000 pesos; la ubicación en las tribunas tendrá un valor de 300 pesos; los camiones y vehículos pesados tendrán un ingreso de 350 pesos; los autos y camionetas 200 pesos; y las motos, 100 pesos. Estos últimos valores prácticamente duplican a los del año pasado.
Los precios son determinados por al ACTC y no por Atlético de Rafaela. La del Templo de la Velocidad es, por lejos, la carrera más cara del calendario para los espectadores.
A diferencia de las carreras que se disputan en casi todo el resto del calendario, en Rafaela el espectáculo es íntegramente "a riesgo" de la ACTC. En La Pedrera, por ejemplo, el Gobierno provincial pagó un "canon" que cobra la ACTC para presentarse y eso abarata considerablemente los costos para el público. Pero así sucede en casi todo el resto del calendario, donde los gobiernos provinciales "compran" la carrera a la ACTC y esta fija valores más económicos en las entradas, porque ya tiene sus costos y ganancias mínimas cubiertos por ese "canon" que le cobra a las provincias.
Así sucede con Río Negro, donde se corrió la apertura del campeonato en Viedma, escenario que ya está confirmado también para abrir la temporada 2018. Otro tanto sucede en Neuquén (se disputa en Centenario); en Santiago del Estero (Termas) y en Entre Ríos (tiene tres carreras en el calendario y una "Copa" propia dentro de la temporada, ya que se utilizan los escenarios de Concordia, Concepción del Uruguay y Paraná), así como en San Luis (hubo dos carreras en La Pedrera).
En cambio, los Mil Kilómetros de Buenos Aires -donde el público no pagó entradas- fueron solventados con el aporte de grandes empresas. El caso de Rafaela es distinto a todos, ya que la ACTC tiene un convenio con Atlético -uno de los pocos clubes que continúan organizando carreras de nivel nacional- a través del cual se establece un reparto de los ingresos por venta de entradas.
En líneas generales, el sistema permite que se establezcan "cortes" en las entradas vendidas. Hasta un primer "corte", establecido en determinada cantidad de generales vendidas, todos los ingresos son para la ACTC. La porción correspondiente al número de entradas entre el primero y el segundo corte se distribuye en porcentajes entre la ACTC y Atlético. Y a partir de un tercer corte, es Atlético el que pasa a tener mayor participación en el porcentaje de las localidades vendidas. A título figurativo solamente y para ilustración del lector: por las primeras X cantidad de entradas, la ACTC se queda con todo el dinero. Por las siguientes X cantidad, van a porcentaje. Por las últimas X cantidad, Atlético tiene mayor participación.
Este sistema deja a salvo a Atlético de riesgos grandes en lo económico, porque no tiene que pagar ningún canon a la categoría. Pero a su vez le garantiza a la ACTC la parte del león, a cambio del riesgo que implica el montaje de un espectáculo de estas características. Por otra parte, las condiciones son esas: si Atlético no aceptara, la categoría se iría a otro escenario de los que hacen fila esperando contar con una fecha de la categoría más taquillera de la Argentina.
Para la carrera de Rafaela, además, las mujeres pagarán 250 pesos, y los otros valores también vienen con fuertes incrementos respecto al año pasado. Así, el ticket para boxes costará 1.000 pesos; la ubicación en las tribunas tendrá un valor de 300 pesos; los camiones y vehículos pesados tendrán un ingreso de 350 pesos; los autos y camionetas 200 pesos; y las motos, 100 pesos. Estos últimos valores prácticamente duplican a los del año pasado.
Los precios son determinados por al ACTC y no por Atlético de Rafaela. La del Templo de la Velocidad es, por lejos, la carrera más cara del calendario para los espectadores.
A diferencia de las carreras que se disputan en casi todo el resto del calendario, en Rafaela el espectáculo es íntegramente "a riesgo" de la ACTC. En La Pedrera, por ejemplo, el Gobierno provincial pagó un "canon" que cobra la ACTC para presentarse y eso abarata considerablemente los costos para el público. Pero así sucede en casi todo el resto del calendario, donde los gobiernos provinciales "compran" la carrera a la ACTC y esta fija valores más económicos en las entradas, porque ya tiene sus costos y ganancias mínimas cubiertos por ese "canon" que le cobra a las provincias.
Así sucede con Río Negro, donde se corrió la apertura del campeonato en Viedma, escenario que ya está confirmado también para abrir la temporada 2018. Otro tanto sucede en Neuquén (se disputa en Centenario); en Santiago del Estero (Termas) y en Entre Ríos (tiene tres carreras en el calendario y una "Copa" propia dentro de la temporada, ya que se utilizan los escenarios de Concordia, Concepción del Uruguay y Paraná), así como en San Luis (hubo dos carreras en La Pedrera).
En cambio, los Mil Kilómetros de Buenos Aires -donde el público no pagó entradas- fueron solventados con el aporte de grandes empresas. El caso de Rafaela es distinto a todos, ya que la ACTC tiene un convenio con Atlético -uno de los pocos clubes que continúan organizando carreras de nivel nacional- a través del cual se establece un reparto de los ingresos por venta de entradas.
En líneas generales, el sistema permite que se establezcan "cortes" en las entradas vendidas. Hasta un primer "corte", establecido en determinada cantidad de generales vendidas, todos los ingresos son para la ACTC. La porción correspondiente al número de entradas entre el primero y el segundo corte se distribuye en porcentajes entre la ACTC y Atlético. Y a partir de un tercer corte, es Atlético el que pasa a tener mayor participación en el porcentaje de las localidades vendidas. A título figurativo solamente y para ilustración del lector: por las primeras X cantidad de entradas, la ACTC se queda con todo el dinero. Por las siguientes X cantidad, van a porcentaje. Por las últimas X cantidad, Atlético tiene mayor participación.
Este sistema deja a salvo a Atlético de riesgos grandes en lo económico, porque no tiene que pagar ningún canon a la categoría. Pero a su vez le garantiza a la ACTC la parte del león, a cambio del riesgo que implica el montaje de un espectáculo de estas características. Por otra parte, las condiciones son esas: si Atlético no aceptara, la categoría se iría a otro escenario de los que hacen fila esperando contar con una fecha de la categoría más taquillera de la Argentina.