De alto valor
La nadadora del Sport, Malena Santillán recordó su exitosa participación en los Juegos Odesur donde consiguió tres medallas en cuatro pruebas disputadas.
A diferencia del Mundial de natación de Perú, esta vez volvió con medallas como es su sana costumbre, pero también con graciosos peluches de Tirika, la mascota oficial de los XII Juegos Sudamericanos de Asunción, Paraguay, donde su actuación superlativa generó lógica repercusión propiciando los más variados elogios de la prensa especializada.
Un desempeño histórico de Malena Santillán, que con tan solo 14 años, vivenció
esa sensación única, incomparable, de estar en el podio, observando el izamiento de la bandera y escuchando el himno. Momento sublime en el que quizás le encontró sentido a tantas horas de esfuerzo diario.La joven nadadora quien ahora disfruta de un merecido descanso rodeada del afecto de su familia, amigos y compañeros de secundaria, una vez más recibió a LA VOZ DE SAN JUSTO en su domicilio. Momento que hizo propicio para mostrar las pesadas preseas de oro, plata y bronce, conseguidas en tres de sus cuatro presentaciones y también para hablar de lo que fue otra inolvidable experiencia.
-¿Estos Juegos fueron uno de los momentos más felices que viviste en el año?
-Fue una sensación muy linda los Odesur, estar en el podio y escuchar el canto de mis compañeros al momento que sonaba el himno nacional fue muy conmovedor, fue un grupo muy lindo que a pesar de la diferencia de edad, me cuidaron y me hicieron sentir cómoda dentro del grupo.
-Fue emocionante el triunfo en los 200m. espalda por la forma en que lo conseguiste, arrasando en los últimos 50 metros...
-No lo hice como estrategia, me tiré al agua y di lo mejor de mí, en el último tramo vi que iba cuarta y empecé a nadar con todas mis fuerzas y pude tocar la pared primera.
-En la posta tuviste que cerrar el relevo y remarla porque venían terceras...
-Me tire última y di todo a pesar de haber nadado anteriormente los 800 metros libre que implicó mucho desgaste pero quería la medalla de plata para Argentina y pudimos hacerlo.
-Solo se te escapó la medalla en los 400m. libre...
-Era una carrera que si hubiese hecho el tiempo que hice en la gira me hubiese llevado la presea dorada, pero ya era finalizar el torneo y venía un poco cansada y se dio de esta manera.
Esto no quiere decir que las demás nadadoras no eran buenas, al contrario fueron buenas rivales. Con esto no quiero decir que me dé por vencida, tengo muchos torneos por delante donde puedo dar revancha y mejorar mis tiempos.
- ¿A nivel grupal te sentiste cómoda?
-La verdad que fue un grupo muy bueno, donde nos incluían y nos sentíamos protegidas por los más grandes. Sumado que dentro del mismo hay personas que admiras y aprendes mucho de sus experiencias.
-¿Te habías prometido interiormente conseguir alguna medalla?
-Sinceramente quería estar dentro de las ocho mejores pero nunca imaginé que se fuera a dar lo que pasó.
-¿Tu desempeño tuvo gran repercusión, qué te generó esta situación?
-Me siento tranquila, me enorgullece haber salido en televisión pero no por eso cambió mi forma de ser de pensar o actuar, amo nadar y eso se antepone a todo, no me siento una persona expuesta sino todo lo contrario, me siento cómoda siendo así.
-¿Cerraste el calendario deportivo?
-Por el momento el calendario se estaría cerrando de la forma menos pensada por todo lo que he vivido con buenas personas, con el apoyo y acompañamiento, conociendo lugares diferentes y muy agradecida por todo lo que pude conocer y hacer durante estos meses.
-¿Igualmente el entrenamiento no para?
-En este momento tengo 15 días libres, donde quiero aprovechar a ponerme al día con el colegio, seguir yendo al gimnasio como para no perder ritmo y disfrutar y descansar.
-¿Otro feliz momento que lo compartís con mucha gente?
-Como siempre comparto estos momentos con todo el equipo que me acompaña, Aníbal Gaviglio, Marcos Suárez, Micaela Comello, Alejandra Risso, Eduardo Armando, Monica Shar, Pablo Grosso, con Arena ARG, mis compañeros del Sport, el club, mi familia que es incondicional y sumar a este agradecimiento a mis compañeros del tercer año del Isfa y sus directivos que me regalaron una cálida bienvenida.