De vestuario a taller de arte
Las instalaciones donde se emplaza en la actualidad el Taller Municipal de Artes Visuales, en el corazón de la Plaza Vélez Sarsfield sobre el sector este, supieron albergar hasta finales de la década del '30 a los deportistas de Tiro y Gimnasia y sus ocasionales contrincantes pero tras las demoliciones de los campos de deportes del club y Sportivo Belgrano -que se ubicaba en el lado oeste- se erigieron en la única construcción que quedó en pie de aquella época de antaño y sobrevive a nuestros días.
Resalta entre el verde del césped
y de la arboleda que abraza a la Plaza Vélez Sarsfield. Allí, desde hace
décadas, las instalaciones edilicias que se encuentran insertas en el corazón
del sector este albergan al Taller Municipal de Artes Visuales aunque los
planes que dieron origen a su construcción eran muy diferentes a los de un
espacio cultural.
Entre la década de 1920 y 1930, allí tuvo su campo de deportes el Club Tiro y Gimnasia y justamente la casa que permanece hasta la actualidad fue por años el vestuario en el cual los deportistas de la institución y sus ocasionales oponentes supieron cambiarse antes y después de la competencia.
De vestuario a taller de artes, así puede sintetizarse el cambio histórico, aunque algunas voces señalan que allí también podría haber funcionado la secretaría de la entidad "tirista", como solía ser apodada por aquellos años.
Lo cierto es que, a más de 80 años del desalojo de los campos de deportes que Tiro y Gimnasia -en el sector este- y Sportivo Belgrano -en el oeste- supieron tener en la Plaza Vélez Sarsfield, la única instalación que permanece en pie hasta nuestros días es en la cual hoy el arte tiene un desempeño fundamental.
Pocos conocen su verdadera historia, la cual la transforma en uno de los sitios patrimoniales más importantes de la ciudad, recuerdo viviente de aquellas tardes de antaño en donde se llevaban adelante los clásicos entre "tiristas" y "belgranenses", en donde diferentes deportes confluían en el mismo lugar, en fin, de una época que sentaba bases sólidas para la actividad deportiva de San Francisco.
Uno de los equipos de fútbol de Tiro, en la década del '30, con las instalaciones de fondo. Foto: Gentileza de Edgardo Valdemarín
Ayer, un vestuario
Entre las décadas del '20 y del '30, la "casa" de la plaza fue -según señalan los historiadores locales- el vestuario del campo de deportes de Tiro y Gimnasia aunque también se sostiene que allí pudo haber funcionado la secretaría del club.
"Algunos dicen que era el vestuario y otros la secretaría. Tal vez fue las dos cosas porque su interior es amplio y en aquellos tiempos ni los vestuarios eran importantes, ni la secretaría amplia", contó Arturo Bienedell, presidente de la Fundación Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región.
"Tengo fotos y esos eran los vestuarios. Arriba de todo tenía unos hierros de construcción con las letras T y G, que con el tiempo desaparecieron", añadió Edgardo Valdemarín, historiador de Tiro y Gimnasia y autor del libro "Desafío de Límites".
Despojados
Sobre finales de la década del '10 y comienzos de los años '20, Sportivo Belgrano y Tiro y Gimnasia se instalaron en los sectores oeste y este, respectivamente, de la Plaza Vélez Sarsfield, cuyos terrenos eran municipales y habían sido cedidos a estas instituciones mediante un permiso precario.
Ambos clubes llegaron a albergar múltiples disciplinas deportivas y sin dudas se erigieron en los clubes más importantes de la ciudad por variedad de actividades y caudal societario, siendo sus predios verdaderos campos de deportes.
Entonces, una fuerte rivalidad dada entre ambos clubes por sus enfrentamientos futbolísticos paralizaba a la ciudad de San Francisco en cada choque. Eran dos acérrimos rivales separados por un alambrado.
A su vez, por aquellos días, el crecimiento geográfico de la ciudad comenzaba a evidenciarse hacia el sector norte y prueba de ello fue la incorporación del barrio Alberione al radio urbano, el 9 de septiembre de 1935. Ello sirvió como la base para una formulación política que a finales de 1936 comenzó correr de la "zona céntrica" a los clubes más populares de ese entonces.
El 14 de diciembre de 1936, en sesión de Concejo Deliberante, el concejal demócrata Enrique Venturuzzi presentó un proyecto de ordenanza "destinado al embellecimiento de la ciudad", según consta en las páginas de la época de LA VOZ DE SAN JUSTO.
El monolito con el escudo de Tiro y Gimnasia que se ubica actualmente frente a la estructura donde funciona el taller municipal
La iniciativa establecía la apertura de la avenida Dante Alighieri -hoy Av. Libertador Norte- cortando las canchas de fútbol de ambos equipos, que llevaban casi 20 años radicados allí.
Para su ejecución, la ordenanza pretendía cancelar los "permisos precarios de ocupación de Tiro y Gimnasia y Sportivo Belgrano en los terrenos de Plaza Vélez Sarsfield, comprendidos entre las calles Independencia y Mirabeau -hoy J.J. Paso- de esta ciudad, otorgándoles noventa días de plazo para que retiren sus instalaciones en la parte que impiden la apertura de la avenida Dante Alighieri", manifestaba el proyecto.
Días más tarde, el 28 de diciembre, se aprobó la ordenanza, aunque con una variable: la apertura también, sobre ambos campos de deportes, del Bv. Roca.
En decir, se cancelaron los permisos precarios de ocupación, se otorgó un plazo máximo de 90 días para retirar las instalaciones en el sector que impedía la apertura de la arteria y además fue fijado un plazo de 18 meses, desde ese mismo día, para abrir el Bv. Roca sobre la Plaza Vélez Sarsfield, algo que nunca ocurrió.
Dirigentes de Tiro y Gimnasia en los años '30 frente a los vestuarios del club. Foto: Gentileza Edgardo Valdemarín
Más allá de la resolución municipal, un hecho puntual aceleró el final de ambos clubes en esa ubicación. El 14 de febrero de 1937, un incendio originado en la tribuna de madera del estadio de Sportivo, acabó con gran parte de sus instalaciones. Nunca se supo qué originó el fuego pero, tras este episodio, desde el Concejo Deliberante avanzaron con una ordenanza que obligó a ambas instituciones a desalojar sus predios y buscar nuevos horizontes.
"En 1937, con Villafañe como intendente, tras prenderse fuego la tribuna e instalaciones de Sportivo Belgrano, el Concejo Deliberante decide echar de los terrenos que eran municipales a ambos clubes. Los expropió y los echó", sostuvo Valdemarín.
Y agregó: "Tiro y Gimnasia con la plata que tenía compra los terrenos en donde está el velódromo, al lado ya estaba el polígono. Adentro de la actual pista de ciclismo se hace la cancha de fútbol del club. Años más tarde, queda constituida lo que es la pista de ciclismo".
Luego de un tiempo prudente para que pudieran retirar sus pertenencias, el 27 de mayo de 1938, se iniciaron las demoliciones de las instalaciones.
Eso sí, las demoliciones de los campos de deportes de ambos clubes dejaron en pie un solo sector que hasta la actualidad se sostiene y tiene en el arte su premisa, aunque para muchos desconocido, su origen es de antaño y supo albergar a los deportistas de Tiro y Gimnasia y sus rivales. Y claro, fue testigo de los épicos enfrentamientos entre "tiristas" y "belgranenses".