Docente del básquet femenino
La entrenadora de San Isidro Marisa Brac habló de la actualidad de la disciplina.
Amante del básquet, desde hace siete años hace docencia en San Isidro. De esa manera desarrolla sus dos pasiones buscando el crecimiento deportivo y la formación personal de sus alumnas en cada entrenamiento.
En su rol de entrenadora, la profesora de Educación Física, Marisa Brac, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, habló de la planificación llevada a cabo en la entidad de la calle Corrientes y su experiencia en la selección local.
Así también analizó el crecimiento de la actividad en la ciudad sin dejar de observar como principal dificultad la "falta de competencia".
-¿Cuánto hace que estás en San Isidro?
-Hace siete años que estoy trabajando en el Club San Isidro. Desde chica jugué al básquet y me gustó mucho. Tiempo más adelante decidí estudiar profesorado de Educación Física y que mejor forma de unir las dos pasiones que dedicándome a esto.
Desde el inicio de la escuela de mini básquet estuve acompañada, no solo por profesores sino también de padres y jugadoras más grandes del club que se encargan de la subcomisión de básquet femenino. Este año quien forma parte del staff de trabajo junto conmigo es Alfredo Issea. Sinceramente, es algo que no podría hacer sola, ellos son una parte muy importante de esta actividad.
-¿La actividad ha crecido en el club?
-Afortunadamente es una actividad que crece día a día, se van sumando niñas de todas las edades, nos estamos haciendo más fuertes en la ciudad. Hoy contamos con aproximadamente 60 jugadoras entre todas las categorías las cuales son premini, mini, U13, U15, U17 y mayores.
Este año con el equipo de mayores participamos en la Liga Morterense, justamente ahora estamos terminando el Torneo Clausura. Las otras categorías jugaron amistosos durante todo el año, ya que es complicado, sobre todo económicamente, participar de la Liga Cordobesa. El equipo de U17 participó hace unos días atrás del Provincial de Selecciones, representando a la Asociación de San Francisco.
Por otra parte una Jugada Rosa ya es un torneo distintivo del club...
-Sí, la Jugada Rosa también creció a la par de la escuela de básquet femenino, se dio a conocer a mucha gente, y esa era nuestra intención, que la campaña de concientización y prevención del cáncer de mamas llegue a oídos de la mayor cantidad de niñas, adolescentes y mujeres posible. Por el momento es el único certamen organizado por nosotras.
-También trabajaste con la selección de San Francisco...
-Sí, estuve trabajando con equipos de selección hace tres años ya, en algunas ocasiones como entrenadora y en otras como asistente, lo cual no tiene para mí, demasiada importancia el puesto. Siempre trabajé con "profes" muy cercanos y todo lo hacíamos en conjunto, no es que uno tiene mayor o menor capacidad por el puesto que ocupe.
Este año tuvimos la suerte con el otro "profe", Alfredo Issea, en el último Provincial que la mayoría de equipo estaba compuesto por jugadoras de San Isidro, las cuales las venimos trabajando hace bastante tiempo, entonces todo fue más sencillo y se notó, en este caso, la evolución de las chicas.
También se sumaron al equipo tres jugadoras del Club Tiro y Gimnasia, las cuales no tuvieron ningún tipo de problema en adaptarse rápidamente al resto de las chicas, si bien solo fueron dos meses de entrenamiento todas juntas, el grupo se consolido muy bien.
-¿A propósito en el plano provincial en qué situación
estamos?
-El gran problema que tenemos es la falta de competencia, y se hizo notar en los partidos jugados en el Provincial. A las chicas les falta mucho roce de juego. Si bien se entrena mucho, no es lo mismo jugar una vez a la semana que jugar una vez al mes como nos pasa a nosotras.
-¿La disciplina en la
ciudad ya está bien afirmada?
-Se puede decir que con el pasar de los años se afirma cada vez más, pero necesitamos que en los alrededores también pase lo mismo. El básquet es un deporte hermoso, pero lamentablemente si no hay competencia, las chicas pierden el interés. Para ser parte de las competencias oficiales de la provincia los costos son muy elevados, viajes muy largos, y hoy la situación económica del país afecta a la mayoría de las personas, no es fácil.
-¿Cómo entrenadora te actualizas constantemente?
-La verdad que sí, en la medida que me es posible trato de actualizarme lo más que puedo. En 2017 estuve en Estados Unidos en un programa exclusivamente para entrenadoras de básquet femenino de Argentina, en el cual el punto principal que se trataba en todas las capacitaciones era el empoderamiento femenino.
Realmente fue una experiencia inolvidable, fuimos 12 entrenadoras de Argentina y aprendimos muchísimo de los entrenadores de allá y de nosotras mismas también. No podíamos dejar de sorprendernos todo el tiempo de la forma de trabajo de allá, de la infraestructura y demás. Fue una gran oportunidad.
-¿Qué balance haces de la temporada?
-El balance es positivo, sin embargo también hay muchas cuestiones a mejorar para el año próximo. La planificación se llevó a cabo de la mejor manera, pero sigue faltando lo importante del deporte de equipo, los partidos, porque allí es donde se plasma todo lo incorporado en los entrenamientos y se va avanzando a medida que se corrigen errores de juego.
-¿Cuál es el objetivo que siempre se persigue?
-Mi objetivo principal como entrenadora, es que las jugadoras disfruten del deporte, que lo hagan porque les gusta, porque lo sienten, porque lo llevan adentro. Si esa parte no está, de nada sirve todo lo demás.
Cuando hay pasión por algo, todo es mucho más sencillo, se ganen o se pierdan los partidos, se disfruta jugar. La idea es que las chicas puedan realizar esta disciplina sin frustrarse. Nosotros, Alfredo y yo, además de que crezcan deportivamente, nos interesa que ellas crezcan con buenos valores, compañerismo, amor al club y al básquet. Ganar abarca mucho más que superar al oponente en el tablero, y hoy podemos decir que ganamos un grupo hermoso, jugadores, profes, padres, todos juntos hacemos más lindo este deporte.
-¿Algo para agregar?
-Sí, que se animen a participar de este deporte y de este gran grupo humano que viene creciendo hace tiempo. Necesitamos del apoyo de todos porque es la única forma de seguir mejorando y sumando. Lo importante es querer aprender, no importa la edad o la habilidad de cada uno, nunca es tarde para aprender. Además, una vez que se sumen a las Linces no se van a querer ir nunca más.