El encanto del Pinto es el recorrido
Este fin de semana, con la presencia de más de 80 ciclistas de San Francisco y la región, se correrá la 25ª edición del Desafío del Río Pinto, una de las competencias de Mountain Bike más grande de Latinoamérica y sin dudas las más importante de nuestro país.
Sin dudas el circuito que arman los organizadores es una de las atracciones principales que tiene esta competencia, que tendrá más de 4.500 corredores de diferentes puntos de nuestro país y en esta oportunidad solo dos extranjeros (debido a la situación de pandemia).
El circuito, nace y termina en La Cumbre con escalas en San Marcos Sierra, Capilla del Monte y San Esteban, es durísimo no sólo por la distancia, sino por las condiciones y obstáculos que tiene. Se cruzan diez vados que a veces tienen agua que llega hasta la rodilla de los corredores. La exigencia es máxima por la combinación de agua, polvo, piedras y subidas interminables. Son 1.280 metros de subida acumulada, con una trepada al Mirador.
Estas condiciones extremas de carrera y la situación de que sea prácticamente imposible recibir asistencia externa hacen que sean determinantes los dos puntos de mecánica que se suelen disponer en el trayecto. Una empresa japonesa, N° 1 en la industria de la bici, experta en lo suyo, arregló de forma gratuita en 2018, casi 600 bicicletas en la previa y durante la carrera, en una emocionante práctica, parecida a un pit stop de Fórmula 1. Servicio que, para varios, hizo la diferencia entre cumplir el sueño o tener que abandonar por un desperfecto.