El operativo falló de principio a fin
Los incidentes dentro del campo de juego en el final del partido entre Racing de Córdoba y Ben Hur de Rafaela que se jugó en el "Oscar. C Boero", fue la frutilla del postre. El operativo policial que se montó fue inviable desde todo punto de vista y en todo momento. Los más de 60 efectivos no pudieron controlar nada.
Antes de hacer un análisis, cabe destacar que en esto el único rol de Sportivo Belgrano fue alquilar su estadio, más allá de eso no tuvo ninguna injerencia en la organización, por eso no tiene ninguna responsabilidad en lo sucedido. Fue el Cosedepro (Consejo de Seguridad Deportiva Provincial) quien digitó el operativo.
Durante toda la semana, los medios recibimos minuciosas indicaciones de cómo acreditarnos, del lugar que íbamos a ocupar y de la cantidad restringida de periodistas que podían acceder. Pero se olvidaron del resto.
El protocolo estipulaba que podían entrar por cada delegación 100 personas, incluyendo jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Por ende, las tribunas sur y norte iban a estar casi despobladas.
El problema fue que en el transcurso de la semana Sportivo Belgrano fue recibiendo notificaciones por parte del Consejo Federal para luego trasladar al operativo, donde se debía permitir el ingreso de diferentes personas, que no eran parte de los equipos involucrados, pudieron ser: intendentes, dirigentes de la Liga Regional, organizadores de la Copa Santa Fe y muchos otros.
En la tribuna norte, la que da a Rosario de Santa Fe, había no menos de 150 hinchas de Racing. Incluso en un momento se vio abrir uno de los portones que da la ruta, donde se permitió el ingreso de muchas personas. Del otro lado, donde estaban los de Ben Hur, si bien la cantidad de asistentes era menos, fue más de lo esperado.
Como corolario, en el final del juego los jugadores y cuerpo técnico de Ben Hur pudieron llegar sin problemas a los árbitros, donde se dieron los hechos de violencia y en ningún momento los policías pudieron hacer efectiva la seguridad.
Es cierto que se extraña el público en los estadios, mucho más los visitantes, pero ante este panorama, todo merece un replanteo interesante. De todas maneras y como casi todo en el mundo del fútbol, en pocas horas todos se olvidarán de esto y nada pasará.