En Brinkmann sigue haciendo docencia
El entrenador sanfrancisqueño, Mariano Fassetta, aludió a su actualidad en Centro Social y Deportivo Brinkmann y la felicidad que le generó volver a dirigir en primera división.
Mariano Fassetta asumió en la nueva temporada el desafío que implica volver a dirigir una primera división. Tarea para la cual fue confirmado a fines del año pasado por la dirigencia del Centro Social y Deportivo Brinkmann y hoy ya está desarrollando, una importante designación que le generó una "gran felicidad y responsabilidad".
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, el entrenador sanfrancisqueño además se mostró agradecido con la entidad "rojinegra" por haberle otorgado la posibilidad de desarrollarse en el deporte que lo apasiona y en el que sigue haciendo docencia.
-¿Cómo tomaste la designación de dirigir la primera división?
-Lo tomé con mucha felicidad y una gran responsabilidad. Es una alegría enorme poder volver a dirigir un equipo de mayores, y la verdad que estoy agradecido a la gente de Centro Social que me dio esta posibilidad. Uno siempre trabaja y se prepara para lo que venga esperando una posibilidad como esta. Un gran desafío.
-¿Quiénes te acompañan en tu tarea?
-El cuerpo técnico está conformado por gente joven, apostando también al desarrollo de ellos. Mi asistente es Braian Pavón y el preparador físico es Guillermo Barone. Ya estamos trabajando, comenzamos los entrenamientos de pretemporada el lunes 20 de enero.
-¿Cuál es el proyecto a desarrollar?
-Este año le idea es reestructurar el básquet mayor y continuar con el desarrollo de los jugadores de las inferiores. Entrenar mucho y duro para ser competitivos. Afrontar las competencias asociativas y jugar Ligas Provinciales en inferiores. También la intención es ver si podemos participar de la Liga Cordobesa de Mayores, ya que hace tiempo que el club no la juega. Uno siempre quiere y exige más.
-¿Qué análisis haces de lo realizado en las formativas?
-La verdad que fueron dos años buenos en inferiores pero siempre la idea es seguir. Prácticamente tenemos más de 12 jugadores por categoría y los chicos están en pleno cambio de mentalidad para poder crecer.
El básquet en el club es una disciplina fuerte, con muchos chicos y chicas participando, somos en total siete entrenadores trabajando. Tenemos que seguir por ese camino y lograr consolidarnos a futuro.
-Centro Social pasó a ser un club importante en tu rol de entrenador...
-Este es mi tercer año en la institución. La verdad que me tengo que sacar el sombrero. No me falta nada, todos a disposición, gente comprometida, trabajadora y con ganas. Eso es fundamental.
Centro Social me dio la posibilidad de trabajar de lo que me gusta. Los dirigentes me abrieron las puertas del club para que pueda volver a entrenar básquet cuando no tenía esa posibilidad. Me devolvieron las ganas de entrenar, de aportar mis conocimientos, pero fundamentalmente de hacer docencia.
-¿Algo para agregar?
-Solo agradecer. A mi familia que me apoya en esto, no es fácil, todas las tardes viajo y vuelvo a la noche. Sin su apoyo no lo podría hacer. A toda la gente del club, que me da la posibilidad de trabajar y fundamentalmente de ser el mayor responsable del básquet este año.