En primera persona
Matías Tomatis y Franco Prelazzi recordaron aquellos imborrables momentos como integrantes del seleccionado de Córdoba que se coronó campeón.
Ellos pertenecen a la fábrica de talentos del básquet sanfrancisqueño, de hecho supieron desarrollar exitosas carreras deportivas, las que una vez coincidieron con la obtención del Campeonato Argentino de Mayores del año 2000 que se disputó en nuestra ciudad, con el plus que significó compartir equipo con dos "monstruos" como Marcelo Milanesio y Héctor Campana.
A veinte años del trascendental acontecimiento, Matías Tomatis y Franco Prelazzi en una visita a LA VOZ DE SAN JUSTO, evocaron aquella conquista vistiendo los colores de Córdoba, lo que se tradujo en una experiencia imborrable que vivieron en primera persona.
Tomatis
Bisagra. "Fue
un campeonato que marcó un antes y un después en la historia, por el título que
se logró, el retiro de "Pichi" (Campana) y Marcelo (Milanesio), y la inserción
de la señal televisiva de Espn en los campeonatos argentinos".
Histórico. "Para
la ciudad fue histórico, al club El Ceibo le quedó un estadio maravilloso que
ahora lo estamos disfrutando todos y lo que se vivió en esa semana fue
memorable. Un campeonato con una organización perfecta y donde el marco de público
fue increíble".
Estelares. "Teníamos
un equipo muy competitivo, la gente nos esperaba en la puerta del hotel para
sacarse fotos, principalmente con Marcelo y "Pichi", aunque teníamos todas
estrellas en ese plantel".
Único. "En lo
personal fue una de mis mejores experiencias, ser parte de semejante plantel en
la despedida de Milanesio y Campana, jugar en tu ciudad siempre a estadio lleno
y con mi seres queridos en la tribuna, fue algo único".
Genios. "Las
presencias de Marcelo y "Pichi" le dieron aún más jerarquía a la competencia
que mostró un alto nivel con seleccionados que habían traído grandes figuras.
Recuerdo en la final y porque se trataba de la despedida, los "compadres" se
cambiaron las camisetas, Campana jugó con la 9 y Marcelo con la 5".
Prelazzi
Idolos. "Para
mí fue un evento inolvidable. Pude jugar con "cracks" de la historia del básquet
argentino como Milanesio y Campana. Convivir con esos ídolos durante un mes y
medio entre entrenamientos y lo que duró el torneo, fue espectacular. También
estaban el "Gringo" Pelussi, "Leo" Gutiérrez, Patricio Prato, Bruno (Lábaque), "Gaby"
Riofrío quien luego a los tres meses falleció y fue mi compañero de habitación,
una gran pérdida, un jugador talentoso y un tipazo como persona, un verdadero
fenómeno".
Disfrute. "Hoy
me pongo a pensar y lo disfruto más que en aquel momento, quizás porque era
chico y primero estaba preocupado en poder quedar entre los doce y después por
tratar de lograr unos minutos en cancha con esos "monstruos" que había".
Enfocados. "Lo
que me pegaron en esos entrenamientos, el "Mili" Villar sobre todo, tenía unos
codos filosos que me reventaban cuando lo tenía que defender, el "Gringo"
Pelussi una "roca", el "Leo" Gutiérrez otro duro, con esto quiero decir que se
trabaja en serio nadie estaba de joda".
De local. "Tuve
más protagonismo del que esperaba, menos en la final, jugué en todos los
partidos y convertí puntos. Jugar en San Francisco fue un extra porque soy de
acá, mis viejos estaban en la tribuna, mi hermana, mis amigos, fue muy lindo y
la cantidad de gente, el estadio de El Ceibo estaba recontra lleno, nunca lo
voy a olvidar, cuando salimos a festejar el colectivo demoró una hora para
hacer tres cuadras, haber vivido eso fue espectacular".
Epicentro. "La organización
fue perfecta, durante una semana San Francisco fue la "cuna" del básquet en la
Argentina, estaban todos los periodistas especializados, canales de televisión,
los representantes más importantes del país, visitas ilustres de basquetbolistas
como Fabricio Oberto. Un movimiento trem