Francia, por segunda vez en su historia
Los "Bleus" conquistaron su segundo título en una Copa del Mundo al vencer 4-2 a la de Croacia en la final de Rusia-2018 en Moscú, 20 años después de lograr su primera corona como anfitriona. LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050, testigos de la consagración en el estadio Luzhniki.
(POR LUCIANO OLIVERO, desde Moscú)
Francia conquistó el mundo este domingo, venciendo en la final de este Rusia 2018 a Croacia por 4 a 2, en un duelo sumamente atrapante y con mucho suspenso en cada minuto de juego.
Ante la atenta mirada de LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050, los "Bleus" se impusieron en el estadio Luzhniki con los goles de Mario Mandzukic (18 minutos, autogol), Antoine Griezmann (38, de penal), Paul Pogba (59) y Kylian Mbappé (65). Los ajedrezados balcánicos habían logrado el empate parcial con Iván Perisic (28) y Mandzukic (69) logró el descuento.
Si bien Francia no pasó sobresaltos en el comienzo, Croacia tomó el control de los primeros minutos con la tenencia de la pelota y una presión asfixiante sobre su rival, sin dejarlo pensar cuando los "galos" se aprestaban a tener la pelota.
Una batalla en el medio campo, que por momentos ganaba con claridad Croacia, era el reflejo de un comienzo que ya vaticinaba mucha adrenalina. Pasado el primer cuarto, Croacia era más exigente con pelota al pie. No hubo claras, pero si varias insinuaciones con arribos de Perisic, Mandzukic, incluso Modric probando con un remate suave desde afuera del área.
Pero, por esas cosas que tiene el fútbol, Francia, cuando más incipiente era, volvió a aprovechar una pelota parada a la perfección. Derribaron a Griezmann en la puerta del área. El "7" ejecutó un tiro libre al punto del penal y dentro del tumulto, la cabeza de Mandzukic le ganó a todas, pero para la dirección incorrecta, clavándola en su propio ángulo ante la inentendible mirada de Subasic. Casi 19' y la apertura del marcador como hacía dos finales no sucedía - desde Alemania 2006 que no había goles en los primeros 90 minutos -.
Francia se relajó, como lo venía haciendo tras sus anotaciones, cediendo el protagonismo, mientras que Croacia, retomó su agresividad de arranque, buscando por todos lados la paridad.
Se hizo de ida y vuelta, interesante, atrapante, incluso friccionado, donde Pitana tuvo que interceder en varias ocasiones.
Pero, si de merecimientos se trata a veces el fútbol, Croacia, que había mostrado su carácter y había dominado con claridad, encontró en el Mundial de la pelota parada, su pelota parada, donde los "ajedrezados" consiguieron el empate, en una maniobra de pizarrón: Tiro libre abierto, donde nadie lo esperaba, la bajaron de cabeza y la abanicaron hasta el centro del área, para la llegada del gran Perisic que demostró durante todo el torneo, que siempre está. Dominio del "4", remate cruzado y delirio del pueblo croata. Golazo. Partidazo y de alta tensión.
Pero en el Mundial donde el VAR decidió varios fallos, no podía en este duelo, no tener su participación. Todo corría en trámite normal, hasta que tras un centro francés, todos los "galos" reclamaron mano de Perisic. Pitana, obligado, frenó todo y acudió a la tecnología. Desde las tribunas, no se observó intensión del defensor croata, pero tras revisar la pantalla, el árbitro argentino cobró penal cuando corrían 38'. Un penal que el mismo Griezmann cambió por gol cruzando el remate ante la estirada de Subasic. Arriba Francia otra vez, con polémica o no, pero en ventaja al fin, sin siquiera transpirar.
A veces el fútbol tiene estas injusticias. Francia apeló a su serenidad, no daba indicios de aceleración, sin embargo lo ganaba; mientras que Croacia, dueña de la pelota en absoluto, dejó la imagen de generar el mayor desgaste de los primeros 45 minutos, pero se fue al descanso con las manos vacías.
Eficacia y contundencia
Pitazo, regreso a la acción y Croacia otra vez con intensidad. Rakitic en profundidad para Mandzukic, remate del delantero de la "Juve", para una tremenda atajada de Lloris enviándola al córner. Otra vez el duelo encendido.
Francia lo ganaba sin atacar. Pero tampoco estaba dormido. En contra respuesta al asecho croata, Pogba metió un pelotazo a espaldas de Strinic de más de 30 metros, para que Mbappé tras bajarla de pecho, defina en un mano a mano con Subasic, que terminó ganando el arquero.
Era parejo, con sensaciones de dominio croata. De todos modos, esa Francia timorata ya demostró tener por dentro un león. Bastaron tres o cuatro toques. Apertura de cancha, centro atrás, pivoteo de Griezmann y arribo de Pogba, que con un zurdazo tremendo decretó el 3 a 1 con un golazo.
Difícil de explicar desde lo táctico y estratégico, desde la agresividad. Fácil de resumir: Efectividad y contundencia.
Francia ganaba sin gustar, ya no sin merecer, porque si de merecimientos se trataba también para el lado del equipo de Didier, el equipo había hecho lo suyo, llegó y facturó. Contundentes los "galos", como durante todo el torneo. Sin mucho juego colectivo, pero con individualidades fuertes y eficaces.
Croacia creía que podía y salió nuevamente con sus garras. Mbappé, en un destello de pura magia, calcinó las ilusiones de los "ajedrezados", con una delicia de media distancia, decretando el 4 a 1.
Impensado, por el desarrollo y por la rapidez con la que se dio, pero real, absolutamente real y argumentado: Calidad y precisión francesa.
Pintaba para goleada, pero Lloris contribuyó con el suspenso. Error del "1" cuando la jugaron atrás, Mandzukic, que nunca da una por perdida aprovechó y decretó el 4 a 2, que a posteriori, terminaría siendo final.
Todo quedaría allí. Hubo tiempo para ver a una Croacia de puro corazón, pero ya sin tantos criterios. Francia se cerró bien atrás y no ventiló espacios, para nuevas falencias.
Se fue diluyendo el juego y los festejos franceses empezaron a teñir un estadio que albergó a 80 mil personas. Por segunda vez en la historia, Francia se corona campeona del mundo, llegó como una posible revelación y candidata y terminó consagrándose, con muchos argumentos, muchas virtudes, mucho individualismo, pero por sobre todas las cosas, mucho poder ofensivo de la mano de una importante verticalidad. Salud Francia, campeona, absolutamente legal.