La pelota siempre a las pibas
Se suele decir “la pelota siempre al 10 que algo sucederá” pero hoy la sociedad y el fútbol femenino desde los “potreros” hasta el Mundial de Francia interpelan a todos pidiendo la palabra, perdón la pelota. La importancia de la visibilización de la Selección en el último Mundial.
Por Ivana Acosta
En un Mundial de Fútbol una mujer le pega con toda su furia a la pelota y mete un gol. Es histórico un 3 a 3, una remontada que nunca se había dado en una competencia entre chicas. La camiseta de quien festeja tiene el color de la Selección Argentina y el nombre de la jugadora es la oriunda de Morteros Florencia Bonsegundo.
Muchos kilómetros más acá, en el interior del país, otra mujer, una pequeñita le pega a la pelota con furia, lo hace con ganas y a costa de todos sus sueños, quizá piense en Bonsegundo justo al mismo tiempo que ella emprende su regreso en el medio de un jolgorio en el aeropuerto.
El sueño de Florencia lo comparten muchas nenas y mujeres en un país donde el fútbol femenino está cambiando hacia adentro y afuera. La sociedad le da un cachetazo al machismo construyendo un mundo diferente donde hay sueños, aspiraciones, penales atajados, vueltos a realizarse, gloria, llanto, eliminaciones y chicas que miraron el mundial y sueñan con ligas propias para poder iniciarse como futuras profesionales.
Las puertas quieren abrirse, el mundo quiere cambiar, las niñas le quieren dar un pelotazo como las que juegan en Sportivo Belgrano o se levantan temprano a la mañana para ir a las prácticas de los sábados en el Club Atlético La Hidráulica en la ciudad de Frontera.
Son de divisiones infantiles y juveniles. Las más chicas juegan tranquilas mientras las más grandes sueñan con ligas propias, con la selección ¿Por qué no? Sus sueños también fueron los de las jóvenes de la Argentina que hicieron historia en Francia.
En ambos clubes entrenan divisiones infantiles y juveniles, las primeras van en promedio desde los 9 a los 13 y después de 14 en adelante porque siempre hay alguien que tiene más de 18 "y aporta experiencia, además que quiere jugar".
Eso antes no pasaba. Las mujeres eran mal vistas si le daban a la pelota, pero hoy ellas vuelven a estar en boca de todos pero no por críticas sino por puros elogios y orgullo.
En Sportivo Belgrano las chicas entrenan, a veces, a la par de los varones y se animan al fútbol mixto
La furia de las nenas
En Sportivo hay dos filas una de nenas y otra de varones. Todos hacen el mismo ejercicio en pura sintonía, después del calentamiento se van directo con la pelota y la descosen ellas y ellos. Claro porque hacen fútbol mixto y también juegan juntos.
"Los chicos entienden todo y para ellos es súper normal", le dijo a LA VOZ DE SAN JUSTO Marianella Miretti (30), que es la profesora del "verde".
Las más chiquitas (de 6 a 13) y también las juveniles (14 en adelante) siguieron minuto a minuto lo que pasó en el Mundial de Fútbol Femenino. Algunas sueñan con llegar a la Selección Nacional, otras solo quieren tener un espacio donde jugar. Ambas cosas son válidas porque intentan legitimar algo, una gesta social y deportiva que se tradujo en la participación de la Argentina en el Mundial de Francia 2019.
La historia de estas nenas no es ajena a su profesora. Marianella también jugó al fútbol en el "campito", en las plazas, con distintos equipos. En ella, el germen de futbolista estuvo presente desde pequeña y ahora no solo la táctica sino también la experiencia se la transmite a sus alumnas.
"En mi caso, siempre jugué desde chiquita, antes teníamos que ir siempre a lugares distintos y eso es algo que ahora cambió", sostuvo Miretti.
La clave en todo esto está en "bancar" al deportista sea hombre o mujer: "Ellas (por las nuevas generaciones) hoy lo tienen al aguante y como en AFA dieron el paso a la profesionalización, espero que los clubes tomen conciencia de que hay que darle más lugar al fútbol femenino".
Ellas
anhelan que "los clubes tomen conciencia de que hay que darle más lugar al
fútbol femenino".
El Mundial de Francia reflejó mucho más que a 11 mujeres en una cancha unas contra otras, sino que visibilizó necesidades, demandas, derechos deportivos y cosas que hay que cambiar.
Miretti consideró que "a nivel de práctica no hay diferencias entre la forma que juegan hombres y mujeres" pero sí hay "más técnica y dedicación" cuando la comparación se hace con otros seleccionados que estuvieron en el Mundial porque "ellas tienen con la profesionalización".
Piden la pelota
En La Hidráulica otras nenas están haciendo su práctica, tienen la pechera blanca con el nombre del club y una frase contundente: "Unión femenina". Se ponen frente a los conos y escuchan las indicaciones del director técnico Jorge Orellano. Son "las peques" o mejor dicho las niñas que componen la división infantil de fútbol femenino.
Un poco más atrás empezaron a llegar "las más grandes" que son juveniles y se llegaron al predio de la "H" para estar un poco en el club, charlar y contar lo que les pasa con este deporte que "las apasiona".
La revolución feminista del siglo XXI derriba barreras y logra conquistas, una -aunque a paso más lento peo firme- es el fútbol
"La mayoría de las nenas vienen porque sus amigas las invitan y otras ya empezaron el año pasado que muchas a su vez son hijas de las jugadoras más grandes", contó Jorge, que se va rápido para empezar la práctica con las chicas.
Varias escuelas sumaron clases para las más chiquitas, fanáticas del deporte
De "relevo" quedó Judith Erpen que es una de sus colaboradoras, junto con Andrea Arias, pero antes afirmó: "Estaría bueno que haya una liga, ahora nosotros vamos a participar en la Rafaelina con equipos de 11 pero a los equipos de acá que no están unidos a un club no pueden participar".
Esa es la gran apuesta de este club "que se forme una liga para las chicas y que tengan rodaje y puedan tener más oportunidades - y menos costos - los distintos grupos que hay en Frontera".
"Unión Femenina", la frase que identifica a las jugadoras del Club Atlético La Hidráulica.
"Creo que el fútbol femenino y las divisiones en los clubes van a ir avanzando. Desde el año que viene todos tendrán que fomentarlo. Años atrás acá era difícil para organizar un torneo de vez en cuando y jugar por eso es mejor tener una liga y torneo", subrayaron Judith y Jorge.
En el mientras tanto, una nena inquieta de tres años entró a la cancha, ella también pide la pelota y se suma al equipo con amigas más grandes. Judith cree que "en el futuro seguramente también se dará un paso hacia el fútbol mixto" porque estas situaciones a veces ya se dan en el Baby Fútbol.
Quieren jugar. Algo se está moviendo. Algo está cambiando.
El empuje para las juveniles
Tanto en Sportivo Belgrano como en La Hidráulica, los grupos de las jugadoras juveniles son las que más anhelan progresar en el mundo del fútbol, algo que era más difícil de pensar hace no muchos años atrás, pero que se convirtió en una lucha para las jóvenes como las de la Selección Nacional.
Estefanía Tarabini y Ángela Messina, que practican en Sportivo opinaron que "nada es imposible" aunque llegar tan alto como la Selección puede ser complicado: "No mucha gente se interesa por el fútbol femenino por lo tanto hay menos personas que te motiven para llegar tan alto".
Las dos chicas se hicieron amigas y afirmaron que "hacen lo que les gusta" pero que seguramente "hay otras de su edad que no se animan a ir a un equipo a jugar porque les dicen que es cosa de hombres" y eso lo notaron claramente "por la importancia" que le dan a las competencias de hombres y mujeres en los medios".
La Argentina da los primeros pasos para profesionalizar el fútbol femenino. Otro derecho conquistado y van por todo el partido.
Ángela dijo también que "hay espacio para jugar al fútbol pero mucha gente no lo sabe aunque solo es cuestión de informarse o ir a ver".
En el predio de la "H", Karen Paez tiene una mirada diferente. Ella tiene dos hijos y el fútbol femenino "le sirve como hobby" aunque al final admite que también sueña con poder llegar un poco más lejos.
Sus hijos están primero pero está ansiosa porque en dos semanas van a empezar a jugar por primera vez en la Liga Rafaelina en lo que será un gran paso para las mujeres que están en la división de juveniles. "Es lo único que hago afuera de casa, aunque el fútbol es competitivo acá somos amigas y compañeras e incluso, todos en familia vimos el Mundial de Francia", contó.
¿Es
posible construir una nueva identidad futbolística? Lo soñaron las pioneras y
lo sueñan las contemporáneas.
La "profe" Cintia Sarmiento tiene su historia. Jugaba cuando era chica pero no había espacios, pero a los 30 decidió tomarlo en serio y se sumaron a La Hidráulica con su hermana Melina, hasta contagió a muchas de sus alumnas para que vayan a practicar al club y a otras docentes para juntarse a hacer "un picadito".
"Tenemos nervios porque vamos a jugar en la Liga, vemos que cada vez hay más interés, no tiene nada que ver con ser 'marimacho', uno puede ser lo que quiera y jugar igual", sintetizó la profesora de Historia.
Ellas quieren dar un pelotazo
Afuera juegan todos
Alguna vez todas las personas integraron un equipo de hombres y mujeres y se pusieron a jugar a la pelota. Los problemas están adentro de los clubes y de quienes dividieron la sociedad en base a los géneros cuando en realidad se trata de tener acceso a las mismas cosas de forma equitativa.
Ojalá algún día no haya fútbol femenino y masculino, torneos diferenciados ni se tengan que escribir estas notas. Si hubiera que pedir un deseo inmediato sería (y es) darle las mismas condiciones a todas las jugadoras de fútbol en el país - de las más grandes a las más chicas - como las tienen los hombres. En el futuro (y como dicen muchos 'quizá yo no lo vea') que directamente no haya barreras.
No hay que buscar muchas causas porque todas conducen a lo mismo: el fútbol es uno.
Ni el masculino es más lindo, ni el femenino más delicado, solo es un deporte, solo hay que acostumbrarse ¿A qué? A que la pelota la tienen las pibas, siempre.