“Lo que viví es increíble”
Tras su participación en la Maratón de Nueva York, el atleta de nuestra ciudad regresó y todavía se le nota la gran emoción que vivió en Estados Unidos.
El pasado domingo 4 de noviembre, el sanfrancisqueño Javier Liendo vivió el gran sueño de participar en la Maratón de Nueva York, quizás la competencia más popular del mundo en su especialidad.
Si bien no fue nada sencillo, ya que para estar debió esperar muchos años con sorteos que le fueron esquivos, se terminó dando un gran gusto. Acompañado por su esposa, vivió un día especial. De antemano dijo que su idea era ir a disfrutar más que buscar un resultado deportivo y lo pudo llevar adelante.
Tras el evento, estuvo unos días más en el norte del continente y hace pocos días regresó a nuestra ciudad. LA VOZ DE SAN JUSTO habló con este atleta de 55 años, que contó sus sensaciones.
Superó sus expectativas
"Antes de ir a corre vi videos y tenía una gran expectativa, pero cuando llegué allá me superó todo. Lo que viví es algo increíble. La organización es perfecta y un espectáculo muy grande. Por suerte me salió todo bien, dentro de los parámetros y lo planeado. Llegué a Nueva York un día antes de la carrera y fui a la entrega de kits, que se hace bajo una gran seguridad, pero a la vez es muy rápido todo. Ellos sienten que están dando algo muy valioso y lo disfrutan igual que los corredores. Estaba muy emocionado en ese momento, no podía creer lo que me estaba pasando".
La carrera
"Es increíble. Primero tenés que entrar a un predio donde hay muchísima seguridad, te controlan todo y ya pasás a la parte de la largada. Con la gran cantidad de gente que hay se va lanzando por tandas. Una vez que cruzas el del puente Verrazano y te metés en la ciudad es asombroso. Son más de 2 millones de personas en las calles, que gritan y aplauden en todo momento. Desde la largada no sabía si reírme o llorar, me superó todo. Tenía que tranquilizarme para poder llegar, porque no parece pero todo es un combo para ayudarte a hacer un desarreglo, hagas algo fuera del esfuerzo normal y tengas que abandonar. El circuito es muy duro, con "falsas subidas", lugares planos y los puentes".
El acompañamiento
"Nos habían dicho que antes del kilómetros 30 nos íbamos a encontrar con nuestros familiares. Cuando vi a mi esposa se me aflojaron más las piernas por la emoción. A partir de ahí empecé a bajar el ritmo. Seguí hasta la meta y ahí la volví a encontrar. Ella no pudo ver cuando yo llegué, porque había tanta cantidad de gente que no pudo llegar desde donde estaba antes, a la meta. Después nos encontramos en un lugar predeterminado y se me terminó de aflojar todo, me quebré emocionalmente varias veces durante la carrera y eso fue el máximo".
Competir y disfrutar
"Son dos fuerzas, una que te lleva a correr y la otra a bajar el ritmo. Cuando estaba en el kilómetro 35 tuve la sensación de parar para ver cual era la reacción de la gente. Entonces caminé unos pasos y ahí fue muy lindo, porque sentí el aliento de la gente para que siga corriendo. No me importó el tiempo que fue de un poco más de 4 horas, quería disfrutar de lo que estaba viviendo".
Una ciudad segura
"La seguridad que hay en Nueva York es una cosa increíble. Si vas a un lugar público te controlan todo. En la largada misma de la carrera estaba la policía mirando que todo sea normal, nos dieron una bolsa para poner las pertenencias, la cual pasó por sensores y después te devuelven las cosas, que en mi caso eran el celular y la cámara para filmar. Había más de 50.000 corredores, sumando el público y el control que tienen es estricto. El día anterior a la carrera está el desfile de delegaciones y para participar tenés que tener una autorización previa, algo que conseguí antes de viajar. Además, la cultura de la gente es muy diferente y tienen un gran nivel de educación. El circuito tiene vallas en muchos sectores y en otros hay solamente una cinta, a la que la gente respetó sin problemas y en ningún momento intentó meterse".
Un gran espectáculo
"Para ellos es un espectáculo más allá de la carrera. La gente de la ciudad se prepara para vivirlo así. A lo largo de los 42 kilómetros vas viendo que hay montados diferentes show de bandas musicales, que animan el evento. Para ellos es una fiesta. Nueva York se paraliza para esto. En lo personal me quedó el sabor ese de poder volver, como también hacer alguna otra carrera de estas importantes".
Agradecimientos
"El agradecimiento es para toda mi familia, también para la gente que de diferentes maneras se comunicó conmigo para darme su saludo y alentarme en esta aventura. A Gastón Montenegro que me entrenó y preparó para esta carrera atípica. Por último a la Asociación Bancaria que siempre me apoyó".