Los inicios del ciclismo en San Francisco y su era dorada
Victorio Valentinis, Ambrosio Aimar y Oscar Pezoa, tres nombres que, en una lista nutrida, trascendieron las fronteras provinciales y fueron los encargados de poner el nombre de nuestra ciudad en lo más alto de este deporte a nivel nacional. Incluso, los últimos dos representaron a nuestro país en los Juegos Olímpicos.
No caben dudas de que Victorio Valentinis, Ambrosio Aimar y
Oscar Pezoa, son tres de los exponentes más importantes y destacados en la
historia del deporte de nuestra ciudad. Fueron los encargados de despertar el
fervor popular a través de un deporte que no contaba con tanto arraigo en la
sociedad: el ciclismo.
Sus nombres marcaron época y trascendieron ampliamente las fronteras de San Francisco y la provincia de Córdoba. Como si esto fuese poco, Aimar y Pezoa representaron a nuestro país en los Juegos Olímpicos mientras que Valentinis estuvo muy cerca de hacerlo.
En este informe, repasamos sus magistrales carreras en pos del crecimiento de la disciplina a nivel local, provincial y nacional.
Valentinis, el pionero
En el libro "Los 100 años de San Francisco", de Gregorio Damián Martínez, se relata que "el nacimiento del ciclismo competitivo en nuestro medio data de 1913, cuando Victorio Valentinis, de 15 años, ganó una prueba disputada entre San Francisco y Plaza San Francisco".
Fue justamente el propio Valentinis el primer ciclista de nuestra ciudad que, en la década de 1920, obtuvo el título de campeón provincial y su creciente performance lo catapultó, en 1924, ante la posibilidad de convertirse en el primer sanfrancisqueño en ser deportista olímpico, algo que finalmente no se pudo dar.
Valentinis, en 1924, recibido por una multitud tras una carrera en Córdoba
De cara a los Juegos Olímpicos de París, "fue designado para integrar el equipo nacional, pero no logró la clasificación final en pruebas realizadas en Buenos Aires. Falleció a los 60 años, en 1958", relató días atrás Arturo Bienedell, presidente del Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región. También se lució en aquella época Juan Bogliotti.
En ese 1924, el 13 de abril, Valentinis disputó dos de las tres carreras eliminatorias para los juegos. Fue sexto en la primera de ellas, cuarto en la segunda, y no pudo presentarse en la tercera por problemas de salud.
Era dorada
En la década de 1940 dio inicio una etapa histórica para el ciclismo de San Francisco. El puntapié lo dio Ambrosio Aimar y luego se sumaron Oscar Pezoa, Raúl Rossetti y Vicente Gazzera, quienes conformaron un verdadero cuarteto de oro.
Y Aimar, finalmente, logró aquello que Valentinis había saboreado: representar a nuestro país en los Juegos Olímpicos. Fue en Londres 1948, donde cumplió una labor histórica.
El 28 de mayo de ese año, la Federación Ciclista Argentina lo designó junto a Roberto Guerrero, Julio Alba y Oscar Mulero, para ser parte del equipo argentino de persecución. Allí obtuvo el noveno lugar de la clasificación, anotando su nombre entre los grandes del ciclismo mundial.
Ambrosio Aimar junto a su bici
Cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, otro sanfrancisqueño anotó su nombre. Fue el propio Pezoa el que representó a la Argentina en territorio finlandés.
Años dorados, en los que los citados fueron fieles protagonistas de las competencias provinciales y nacionales, posicionando su nombre entre los más importantes del deporte argentino, testigo de ello fue la tapa y contratapa que El Gráfico supo dedicarle a Pezoa.