No hay camino que se le resista
Verónica Rojas aludió a su pasión por el running, disciplina que se transformó en su estilo de vida y a través del cual siempre deja bien representado al deporte de Devoto.
Buscando liberar tensiones un día le salió correr sin imaginar que a partir de ese momento ingresaría a una disciplina que se convirtió en su cable tierra, una pasión que fue desarrollando en cualquier terreno, sin importar la dificultad en diferentes puntos geográficos del país.
Es que ya lleva muchos kilómetros recorridos, viajando y corriendo. Superando desafíos y miedos como sucedió en aquel punto de partida en una prueba en nuestra ciudad, pero lógicamente disfrutando de lo que ama y la reconforta.
Se le hizo costumbre entonces atarse los cordones de sus zapatillas, apretar su cronómetro, acelerar sus piernas y pulsaciones ante cada recorrido planteado en el que apunta a cumplir con los objetivos cualquiera sea su dimensión.
De esa manera se convirtió en otra embajadora deportiva de Devoto, pueblo que ya la adoptó como propia y de la cual se enorgullece. Verónica Rojas (46), quien regentea su propio gimnasio, habló de su incursión en el running, actividad que la atrapó y en la que demuestra un estupendo rendimiento.
Aquel arranque
"Comencé a correr en un momento de ira, nunca antes se me había cruzado, en los 1000 metros me di cuenta lo lindo que era, que me había cambiado el humor y me hacía más tolerante", comenzó diciendo la profesora de pilates a LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Ese año, me anote en San Francisco en la carrera del Fasta, en 5 km. Fue todo nuevo para mí, sentía mucha vergüenza, pero saqué coraje y la corrí. En cuanto la termine, subí al auto y regresé, a los días me enteré por otras personas que había hecho podio en categoría pero nunca pude tener mi primer premio".
"Desde ese momento, comenzó toda esta loca aventura en el running. Mi hija Camila me acompañó un par de veces, corrió, pero lo de ella es el baile, y mi marido Gabriel Campana siempre me apoya y acompaña".
Su trayectoria
Sobre su recorrido en el esforzado deporte, comentó: "Participé en miles de carrera, en montaña, en calle, OCR (carrera de obstáculos) , tengo dos maratones encima, una en Buenos Aires y otra en Río de Janeiro, muchísimas medias en calle y varias altimetrías en montaña, en enero competí en San Martín de Los Andes en el Cerro Chapelco y a los siete días en Bariloche, la Carrera de los filos.
"Me gustan todas, siempre busco carreras en diferentes lugares, la verdad que viajo para correr y corro para viajar. La idea es conocer diferentes lugares, que solo llegas si corres, nuestra Argentina es bella, por ejemplo correr en Ushuaia fue grandioso".
No obstante, días atrás afrontó la exigente Ultra Maratón de Termas de Río Hondo, un nuevo reto que cumplió en la modalidad de 12 horas.
"La ultra se trató de algo nuevo, yo me inscribí para hacerla en el 2020 y por la pandemia se suspendió, en ese año venía con un entrenamiento muy fuerte, y se canceló".
"Era una meta a cumplir, un desafío hacia mí misma, yo no compito para ganarle a nadie, aunque reconozco que me gustan los podios, pero corro para demostrar a la gente que todo se puede, solo tenes que tener ganas y disciplina, que si luchas por los sueños todo llega".
"En su momento me dije 'soy ultra' y mi felicidad fue muy grande, mis latidos fueron tan fuertes, que lloré a no más poder, lloré lágrimas de felicidad, tanta fue la dicha, que en esos momentos me olvidé del dolor, me olvidé del daño que le hice a mi cuerpo, lloré con el corazón explotado".
"Correr de noche fue algo nuevo, pero para mi sorpresa no tuve inconvenientes, no fue monótono, realmente sentí que la mente se imponía al cuerpo, sentía la felicidad, sentía la emoción".
"Mi sueño al estar en esta dura carrera no fue solo hacer lo que me gusta, sino demostrar que se puede lograr objetivos, con constancia, humildad y amor".
Temporada intensa en la que ahora se tomó un merecido descanso, buscando recuperar energías y estar preparada para una nueva aventura.
"Como dije anteriormente este año hice dos carreras de montañas en el sur, peto también 21 km de Santa Fe, 21 km en María Grande de Entre Ríos, 10 km en Porteña con podio por tercera vez consecutiva, 10 km en Villa Concepción entre otras carreras".
"Así que por el momento voy a parar unos pocos meses, la preparación de la Ultra Maratón me agotó, ya que tenía que organizar la casa, el trabajo y entrenar".
Devoto, su amor
Plausibles desempeños en distintas latitudes que en consecuencia dejaron bien sentado el prestigio del deporte devotense.
"Creo que siempre dejo a Devoto en lo más alto, pueblo que me adoptó hace 20 años, formé mi familia en Villa de María Del Río Seco, y luego hice raíces acá, en el pueblo de mi esposo".
"Por eso agradezco el cariño de la gente que me conoce, me alienta, también a Virginia Falasconi por su entrenamiento, a mi hija, a mi esposo que está siempre".
"Vengo de una familia más que humilde, de una escuela de campo, en un colegio de adultos logró mi secundaria, y hace más de 10 años trabajo de lo que me apasiona, el gimnasio. Sabes lo lindo y el privilegio que tengo de trabajar en lo que me gusta".
Finalmente desde su rol de docente deportiva, Verónica, expresó: "Cuando tengas un sueño sembrado en el corazón, es ahí donde crece, donde la preparación empieza para cruzar esa meta, en todos los ámbitos y es ahí mismo donde surgen las fuerzas para conseguirlo".
"Debemos pensar que el tiempo va a pasar y que depende de nosotros si queremos dejar huellas. En la vida siempre existen por lo menos tres posibilidades: Seguir adelante, lograrlo, y volver a intentarlo", cerró.