Otro año de aprendizaje
El Campeonato Nacional de Baby Fútbol brindó una nueva función anual con la disputa de la 41º edición y de esa manera pasó el acontecimiento de mayor relevancia que San Francisco vive en cada enero gracias a la enorme tarea realizada por la Liga local.
Como cada año la pasión fue la misma. Las jornadas se desarrollaron a pleno en cada sede donde la frescura del fútbol infantil y el aroman a choripán, invitaron a la familia a disfrutar de una noche de color en el verano sanfrancisqueño, más allá que la actual situación económica y el valor de las entradas, condicionó su presencia en algunas sedes.
La lluvia intentó convertirse en protagonista alterando la programación prevista de antemano, pero felizmente, no fue lo suficientemente persistente para "aguarle" la fiesta de despedida de la categoría 2004, aunque sí obligó a los clubes a trabajar a destajo en sus respectivos escenarios.
El evento cumplió con sus conocidos objetivos: cultivar el espíritu deportivo y afianzar lazos de amistad con los visitantes que por unos días se convirtieron en uno más de la familia o en el nuevo integrante del grupo de amigos del barrio.
Este campeonato que siempre invita a volver, contó con la presencia de viejos entrenadores, ya amigos de la casa, que gozaron y destacaron la hospitalidad recibida por la comunidad local y de la región. A ellos se sumaron esta vez los vecinos chilenos que llegaron con la intención de llevarse una copia del modelo de la competencia.
La nueva edición mostró una renovada escenografía en la jornada inaugural acorde al verdadero show que contó con siete funciones en las que cada club se esmeró por cumplir con su mejor libreto. Incluso la visita del presidente de la Agencia Córdoba Deportes, Oscar Dertycia le dio jerarquía a la primera noche.
Fue la oportunidad de nuevos reconocimientos personales en cada institución como también para el merecido recuerdo a los caídos en Malvinas a través de las casacas que estrenaron el cuerpo de árbitros "Luis Argenteros" y de una pintura inaugurada en el club 2 de Abril.
Una vez más la afición quedó sorprendida por la capacidad de los pequeños futbolistas, cuyos nombres seguramente en un futuro seguirán engrandeciendo el balompié argentino.
Un cúmulo de sensaciones se fueron experimentando, máxime en la jornada de cierre que tuvo el rico condimento de los penales y finalmente uno se quedó con el premio mayor. En este caso, Social y Deportivo Amigos de Ituzaingó se dio el gusto de levantar la copa de campeón en su debut en el campeonato.
Para nuestra ciudad quedó la satisfacción de haber contado con un grupo de equipos que se instalaron entre los mejores 16, y destacándose aún más, la campaña de Deportivo Oeste que finalizó en el cuarto lugar, un digno representante de la Liga.
En el plano organizativo, quedará como principal anécdota el sorteo de la segunda fase realizada entre "gallos y medianoche" sin la presencia de los clubes como tradicionalmente se ha realizado. Claro que ello no pone en tela de juicio la honorabilidad de los dirigentes, pero sin dudas alentó innecesarias suspicacias, paradójicamente en tiempos donde la tecnología, a base de redes sociales y celulares, hacen que la información vaya a la velocidad de la luz, y por ende, la urgente invitación a los delegados a una reunión extraordinaria, hubiese evitado semejante polémica.
Por otro lado, otra vez quedó sobre el tapete el tradicional reclamo por la visita de verdaderos "seleccionados" que en los últimos años se vienen llevando la mayoría de los trofeos y en consecuencia, marcando la ausencia de representantes vernáculos en la jornada de cierre que de estar presentes, sin dudas duplicarían el marco de público.
En este punto fundamentalmente, los clubes deberán de una buena vez "dejar de hablar por los pasillos" y discutir sobre la mesa el asunto, mostrando su total compromiso en trabajar para establecer una nueva reglamentación que les permita abrigar chances a nuestros chicos, y de esa manera ponerle fin al controvertido tema.
Así se cumplió otro capítulo del importante torneo, con muchos más aciertos que errores, lo que se tradujo en un positivo balance para los dirigentes que a no dudarlo seguirán mejorándolo en distintas facetas. En definitiva, otro año de aprendizaje en pos de regalarle la mejor fiesta de despedida a los pequeños futbolistas.