Pagura: “Podíamos dar un poco más”
El entrenador de San Isidro, Julián Pagura, analizó la temporada de su equipo, que quedó eliminado en la semifinal de la Conferencia Norte ante Hindú Club de Resistencia y admitió: "La sensación que tengo es de tristeza".
Apasionado por el básquet y obsesivo del trabajo, así podría describirse en forma simple a Julián Pagura. El entrenador venadense cumplió su primera temporada en el TNA -segunda categoría del básquet argentino- al frente de San Isidro y analizó el trabajo de su equipo quedándose con la sensación de que podían "dar un poco más" tras la eliminación ante Hindú Club de Resistencia, que se impuso 3-1 en una de las semifinales de la Conferencia Norte.
"La sensación que tengo es de tristeza porque todos estábamos convencidos de que podíamos dar un poco más. Si bien no logramos ser regulares en la fase regular, en los play off conseguimos una identidad de equipo para pasar las primeras dos series (ante Mitre de Tucumán y Villa Ángela). Después, creo que fue un quiebre lo que pasó en el segundo juego en Resistencia ante Hindú, donde al partido lo teníamos prácticamente ganado y en el último cuarto lo perdimos. En el tercero acá jugamos bien y en el cuarto, a pesar de que del segundo al último cuarto hicimos un buen trabajo, el hecho de haber empezado con el pie izquierdo (San Isidro perdió el primer cuarto 28 a 11) complicó nuestro trabajo y eso hizo que no lleguemos bien al final del juego", analizó el entrenador de los "Halcones Rojos".
"La eliminación es una situación donde uno como entrenador le da tristeza porque trabaja para ganar. La verdad tenía expectativas de llegar a un quinto partido contra Hindú y poder ganar en cancha de ellos. Sabíamos que si ganamos el cuarto partido acá y llevábamos la definición a Resistencia íbamos a estar en igualdad de condiciones más allá de que ellos iban a jugar como local", aseguró.
Al analizar en forma más exhaustiva la serie con el conjunto de Jerónimo Trezza, Pagura sostuvo que "el primer partido fue un golpe duro para nosotros porque perdimos por mucha diferencia (87-55) y jugando muy mal, después lo que me animó como entrenador es que el equipo reaccionó rápido y en el segundo partido jugamos bien a pesar de que no supimos cerrarlo. Después, en nuestra cancha, hicimos un sólido trabajo en el tercer punto y logramos ganar. Luego, en los últimos treinta minutos del cuarto encuentro jugamos bien, pero cometimos errores infantiles y lo pagamos caro. Pero bueno, son situaciones que pasan en el deporte y ahora debemos enfocarnos en el proyecto, para que San Isidro vaya para adelante".
"Creo que la primera situación que nos tocó asimilar fue que quedamos quinto en la Conferencia Norte, porque realmente considero que teníamos un plantel para quedar entre los cuatro primeros. Dejamos pasar muchos partidos importantes como local, y también algunos de visitante. Después de eso, tuvimos una reunión donde nos propusimos aprender de los errores y tratar de llegar lo más arriba posible", sostuvo el técnico oriundo de Venado Tuerto.
"Contra Mitre de Tucumán se nos complicó un poco, pero pasamos, después el envión anímico que nos dio eliminar a Villa Ángela nos hizo creer que podíamos estar un poco más arriba. Cuando termine el torneo, si Hindú llega a la final del TNA, podremos decir que perdimos contra el mejor equipo de la conferencia. Pero cuando uno deja todo y ve que no pudo porque el otro es superior te deja más tranquilo que si quedás eliminado porque hiciste todo mal", subrayó.
"Después de la eliminación le agradecí a los jugadores por la predisposición ya que trabajé muy cómodo toda la temporada y los muchachos fueron muy profesionales. Las cosas que han pasado adentro nos han fortalecido y se formó un grupo humano excelente, es muy gratificante trabajar con buenas personas", comentó.
"Creo que San Isidro pudo cambiar la imagen con la gente. De cara al futuro no hay que desarmar demasiado el plantel y seguir con la base de jugadores que tuve para lograr una identidad de juego, que es lo que necesitamos", aseveró.
En cuanto a las fallas que hubo a lo largo de la temporada, el entrenador de 37 años comentó que "si hubiéramos estado completos, como cuando vino Jonathan Durley, nuestro torneo hubiera sido diferente, porque necesitábamos un jugador de esa calidad, algo que con Andrés Landoni no tuvimos. Además, hubo varios jugadores lesionados como Lozano, Acevedo, González y Sciutto. Creo que durante la fase regular, salvo dos o tres partidos, nunca pudimos tener el equipo completo, y está demostrado que en el TNA hay que tener, como mínimo, ocho jugadores en buen nivel para realizar una buena rotación y tener un buen torneo".
"Después cosas positivas hay muchas, la verdad que me sentí muy cómodo con los dirigentes, fueron muy claros desde el principio con lo que ellos quieren, nadie me exigió triunfos, pero obviamente que cuando la pelota va para arriba uno siempre quiere ganar. Más allá de la eliminación con Hindú, considero que dejamos una imagen acorde con lo que es la institución. Tengo en claro que este es un camino largo y debemos hacer bien las bases para poder llegar más arriba", subrayó.
Los juveniles
"Si bien nosotros como cuerpo técnico tenemos una idea formada para la temporada que viene y para las restantes, hay en el club un grupo de jugadores muy importantes para trabajar. El jugador de mayor proyección es Hans Feder Ponce, que tuvo mucho minutos y ya está listo para mandarlo a la cancha. Después Matías Gómez y Federico Andereggen no jugaron tanta cantidad de minutos, pero han ingresado en partidos importantes y lo han hecho bien, el único tema es que la temporada que viene ambos ocuparán ficha U21 (tendrá que optar por uno de los dos). Por su parte 'Nacho' Pérez en los partidos que le tocó ingresar lo hizo de buena manera, está a la altura para ser un base de recambio y seguirá siendo juvenil, como el caso de Hans", describió Pagura.
Luego, el técnico de San Isidro destacó que "estos cuatro jugadores juveniles nos mejoraron mucho el equipo, entrenan a la par de sus compañeros, son competitivos y eso ayuda a que el equipo sea mejor. La verdad que estoy muy contento con el crecimiento de ellos, la idea sigue siendo largarlos a la cancha para que puedan jugar, siempre digo que los jugadores son como los autos de carrera, si los preparás y preparás, y no los ponés en la pista, no sabés si pueden correr o no. Hans Feder Ponce, ha jugado una buena cantidad de minutos, mientras que los demás juveniles no han tenido un promedio alto de minutos, pero han realizado un buen trabajo y también la transición para estar en la temporada que viene de una buena manera. Por eso, vamos a ver como engranamos los puestos para darle a ellos un protagonismo importante".
El futuro
"La prioridad es, tocando dos o tres cositas, mantener la base del equipo. Creo que la evolución de los jugadores no solo tiene que ver con una cuestión basquetbolística, sino también con la adaptación al lugar, como también me pasa a mí como entrenador. Si bien esto es profesional y el jugador está acostumbrado a vivir este tipo de situaciones, también necesita un tiempo para conocer a su entrenador, a sus nuevos compañeros, a los dirigentes y a la ciudad", explicó.
Acto seguido sostuvo que "más allá de esto es competitivo y profesional, el hecho de mantener una base para no arrancar de cero otra vez es muy importante. Fijate que el equipo que nos dejó afuera, Hindú, hizo eso la temporada pasada y ahora está recogiendo los frutos. Además yo viví una experiencia similar en Ciclista, donde la base de jugadores venía de otros años", destacó.
"Porque más allá de los resultados, me parece que la gente se identificó con los jugadores, hemos conseguido una idea de juego y de trabajo, por eso espero que podamos mantener la estructura que se formó en San Isidro. Ya hablé con Durley y hay grandes chances de que siga en el club", añadió.
"Durley no llegó de la mejor forma física (venía de ocho meses de inactividad) pero se adaptó bien al equipo y nos dio un plus. Es un norteamericano que tiene calidad y que es muy buena persona. Además, tuvo buenas acciones en el club, hay un chico de las inferiores que calza 52, no consigue zapatillas, entonces después de un entrenamiento Durley se sacó las suyas y se las regaló. Sería ideal poder retenerlo", dijo con ilusión.
En el tramo final de la charla Julián Pagura hizo referencia a la posibilidad de lograr al ascenso a la Liga Nacional A con San Isidro. "Creo que este año teníamos todo para llegar, pero cometimos algunos errores en la serie contra Hindú y nos quedamos afuera. Nunca nos pusimos el rótulo de candidatos al ascenso porque no es nuestro objetivo principal. Obviamente que el club se merece estar en otra categoría, pero todo tiene un proceso y la mejor manera de llevarlo adelante es continuar y ratificar el trabajo que iniciamos. También quiero resaltar que es importante que en San Francisco, como sociedad, haya sucedido lo que pasó en el último juego contra Hindú. Cuando los jugadores estaban en el vestuario les pedí que salgan a saludar y cuando salieron toda la gente que estaba en el estadio los aplaudió y le demostró el cariño que sienten por ellos, por la entrega que tuvieron. Por eso si seguimos trabajando seriamente no va a pasar mucho tiempo para que San Isidro pueda llegar a otro nivel nacional".
"El proyecto tiene que ser como hasta ahora, del club, no tiene que tener nombres propios. Nosotros estamos haciendo un trabajo íntegro del TNA para abajo, ahora trajimos a Roberto Vico, un técnico con experiencia, reacomodamos algunas cosas, trabajamos fuerte con la inferiores, integramos el minibasquet, el básquet femenino y entrenamos seriamente con el plantel profesional del TNA. Seguramente todo esto alguna vez se va a potenciar para poder llegar a la Liga Nacional, pero si más los decís y más expectativa ponés en la gente, más fácil es que el fracaso llegue. Lo bueno es tener en claro que nuestro objetivo para la próxima temporada es mantener la base y potenciar a varios juveniles para que tengan minutos importantes", dijo por último.