Profeta en su tierra
En la tarde de este lunes, la atleta Lucrecia Gudiño regresó a Freyre luego de competir en los 602K de Villa General Belgrano, una competencia para deportistas extremos, donde logró completar el recorrido e ingresar en la historia siendo la primera mujer Argentina en terminar el evento.
Recibida por una multitud en el acceso sur a la localidad de Freyre, para luego ir en caravana por todo el pueblo, la atleta Lucrecia Gudiño vivió una tarde inolvidable. Quizás tanto como fue su arribo a la línea de meta en los 602K de Villa General Belgrano, el denominado Triatlón más largo del mundo.
Luego de tres días de competencia, Gudiño se convirtió en la primera mujer Argentina en terminar el evento, siendo en esta oportunidad, la única dama, entre los 13 atletas que completar todo el recorrido.
"Muy sorprendida con el recibimiento, no me lo esperaba. La gente de Freyre es muy cálida", dijo mientras saludaba a la gente que la trató como una heroína. Gudiño habló en exclusiva con LA VOZ DE SAN JUSTO y manifestó:
- ¿Qué sensaciones te dejó la competencia?
- De nunca más volver a hacerla. Fue muy costosa, otro terreno muy diferente al nuestro, fue muy difícil el hecho de subir y trepar ocho veces en dos días a Villa Berna fue terrible. Correr después de dos días acumulados, donde dormí y comí poco, fue duro. El tercer día llegué bien y estoy muy contenta. Estoy cansada, pero no tanto, dentro de todo camino y eso me pone bien, no estoy tan dolorida.
- ¿Fue más duro de lo esperado?
- Sí, porque había practicado dos veces el circuito y no había hecho cinco vueltas. Hubo momentos donde hizo mucho calor, otros con mucho frío en las bajadas y eso me hizo sentir afiebrada. De todas maneras estoy muy contenta.
- ¿Te planteaste abandonar en algún momento?
- Empezar el tercer día fue complicado. Había dormido muy poco, llegué después de las 22 del sábado y entre que me hicieron masajes, me bañé, comí, me acosté a las 2.30 de la madrugada del domingo, para levantarme cerca de las 6. Enfrentar las 13 horas que faltaban me hicieron plantear abandonar, pero había perdido tantas cosas por esto, que hice el esfuerzo para ver hasta donde llegaba.
- Entonces lo mental le ganó a lo físico...
- Sin dudas, porque en lo físico estaba "arruinada", pero desde lo mental me mantuve tranquila y estaba ahí jugando el último día con el tiempo. Tenía 13 horas y venía bien, en los primeros 46 kilómetros estuve bien, después fui un poco "achacada" pero en el último tramo hice mucha fuerza y pude llegar.
- ¿Tenías en cuenta la posibilidad de entrar en la historia?
- Un poco sí. Lo que más tuve en cuenta es haber estado tanto tiempo pensando en esto, eso fue lo principal. Me planteé que estuve 6 meses de mi vida, que no fueron perdidos, pero invertidos en esto, entrenando mucho y con poco contacto con mis seres queridos, entonces no podía dejar, sin importar el tiempo de corte, pero al menos completar los 96 kilómetros del último día.
- ¿Sentiste el apoyo de mucha gente en esta travesía?
- Sí, mi pareja fue incondicional, estuvo siempre. Hubo gente de Freyre que me fue a ver, corrieron conmigo en algunos tramos y la verdad que sentí muy acompañada. Gracias a Dios son muchos los que me apoyan.