Recolectó kilómetros
El sanfrancisqueño Enrique Alejandro Carnero se animó al desafío de los 42K de Rosario que se disputaron el pasado domingo. El atleta, que entrena habitualmente con el grupo "Vir Team" de la profesora Virginia Falasconi, trabaja como recolector de residuos, por lo cual su habitualidad es correr, algo que hace desde 30 años.
Es común escuchar que los runners dicen recibirse de maratonistas cuando en algún momento pueden hacer una competencia de 42 kilómetros. Esto ya de por sí necesita un sacrificio mayúsculo para quien se emprende en esta aventura. Más loable es aun cuando quien lo realiza lo hace desde el amateurismo y su fuente de trabajo habitual pasa en gran parte por correr.
Cierto es que lo
hace de diferente manera, ya que haciendo sus tareas tiene un ritmo distinto,
parando y arrancando, subiendo y bajando del camión, cargando peso y a la vez
cuidándose de hacerlo en la calle con el tránsito vehícular a pleno.
Su trabajo lo obligó a hacer una preparación distinta. El hecho de estar en movimiento casi 4 horas por día todas las mañanas hace que a la hora de entrenar tenga que dosificar cargas, algo que llevó bien su profesora y le permitió llegar sin problemas el evento.
Enrique habló y le contó su experiencia a LA VOZ DE SAN JUSTO, haciendo hincapié en lo que significó para él esta carrera, el acompañamiento que necesitó de su esposa, la adecuación que necesitó para entrenar y su inmersión en el mundo del running.
La primera vez
- Fue mi primera experiencia en los 42 km. La verdad que el día de la maratón estaba tranquilo, en todo el tiempo de preparación tuve muchos altibajos anímicos. A principio de año cuando comenzamos a preparar la carrera con la profe Virginia tuvo que adaptarme un entrenamiento, porque me tenía que acomodar a mi trabajo, ya que hace 30 años soy recolector de residuos y tengo que correr toda la mañana detrás de un camión, para luego hacer dos veces por semana los entrenamientos y los fondos que se hacen los fines de semana.
El sacrificio de prepararse
- La preparación duró aproximadamente 16 semanas. Es progresivo y vas sumando kilómetros hasta llegar a los últimos fondos de 30 km. Lo que me frenó un poco fue que tuve covid dos veces, la primera en octubre del año pasado y la segunda en abril de este año, por eso tuve que adaptar de nuevo la preparación. Lo que pasó también fue que se fue postergando la fecha de la maratón, siempre se hace en el mes de junio, después se pasó para agosto y después porque no estaban las condiciones dadas se pasó para este 19 de septiembre, entonces estaba la incertidumbre de saber si se corría o no. Lo bueno fue que nunca dejamos de entrenar.
La idea de correr
- Estar en esta maratón fue algo que me surgió a principios de 2020. En 2019 hice varias carreras de calle y sin saber en qué me estaba metiendo me anoté para los 42k de Rosario del 2020. Cuando me di cuenta realmente de qué se trataba supe que no era algo sencillo. Por la pandemia se postergó el año pasado y en julio de 2020 me sumé al grupo de Virginia y a partir de ahí empecé a entrenar con ella. Entonces a principios de 2021 planificamos los desafíos y como ya estaba inscripto a esta carrera la puse como objetivo.
Algunas dificultades
- Desde que empezamos la preparación hubo muchas cosas en el medio, lo importante es que no tuve lesiones. La profesora me tuvo que administrar las cargas ya que por mi trabajo me podía sobrecargar muy fácil y se iba a complicar. Soy una persona de 50 años, entonces hay que acomodarse, cuidar partes del cuerpo como las rodillas, porque la realidad es que lo que tengo que cuidar es mi fuente de laburo.
El tiempo no era esencial
- En esta carrera se salió por grupos de tiempo. Me anoté en el corral de 4h a 4h 19' y lo pude terminar en 4h 8', estuve dentro de lo que esperaba. No me animé a aventurarme a más porque era todo nuevo, sabía que tenía que salir tranquilo y después de los 30 km cuesta mucho. Se habla mucho del muro de los 30 km la verdad que en ese sentido los pasé bien, a los 34 kilómetros empecé a notar el cansancio y es donde juega la parte mental, porque el cuerpo pide frenar y uno quiere seguir. En los puestos de hidratación baje un poco el ritmo para recuperarme y después seguí sin problemas. Gracias a Dios lo pude terminar con buenas sensaciones, en una parte el grupo se despegó, me empecé a quedar, pero no tenía un tiempo en la cabeza, no me quería preocupar por eso, aparte la primera vez hay que tratar de llegar a la meta y disfrutar.
Apoyo incondicional
- Tengo que destacar a mi señora Mabel que fue la que me acompañó, me esperó en la línea de llegada, además le hizo el aguante al grupo. La verdad que uno tiene que destacar el apoyo que tenemos que tener los atletas en nuestra familia, porque es una preparación muy grande y que tiene muchos detalles. Mi esposa me ayudó mucho, cuando me dieron la medalla directamente se la di a ella y fue un momento muy lindo, un sueño cumplido.
Su trabajo
- Son 6 días a la semana los que me toca trabajar, correr casi 4 horas atrás del camión. No tengo claro la distancia de cada recorrido, de todas maneras eso no se puede tomar como referencia, ya que uno va parando, corriendo, subiendo y bajando del camión, no es que uno corre todo el tiempo como en una maratón. Incluso en su momento cuando empecé a hacer este deporte estaba un poco fuera de estado y con sobrepeso, por eso tuve que acomodarme también en ese sentido y esto me ayudó mucho. Es cierto que las dos cosas se complementan, me ayuda para mi trabajo, no me canso tanto y me mantengo en ritmo.
Complementar las dos cosas
- En diciembre va a hacer 30 años que soy recolector de residuos. La verdad es que nunca se me hubiese ocurrido meterme en esto de las maratones. Una vez me invitó la novia de mi hijo para ver si la quería acompañar, en ese momento aproveché hacerlo un domingo qué es el único día libre. En ese momento hicimos los 5k de la maratón de San Francisco, cuando terminé sentí que me gustó mucho, quedamos de acuerdo en entrenar para correr 10 km y al final hice 21km. Desde el primer momento me gustó este ambiente, uno va haciendo muchos amigos, cada carrera conoce gente nueva y es una gran experiencia.
Correr y correr
- Sin duda que los años que llevo en mi trabajo me ayudaron porque enseguida agarré ritmo. Si bien lo que hago todos los días es distinto por cómo uno va parando o subiendo y bajando a la plataforma del camión, incluso llevando peso, me ayudó porque al empezar a entrenar venía con una base, no comencé desde cero. Más allá de estar fuera de estado enseguida pude tener ritmo e incluso hacer buenos tiempos para lo que es mi categoría.
Algunos no lo entiende, otros lo admiran
- Mi compañeros a veces me dicen que estoy loco, pero esto es así, uno tiene el desgaste diario de lo que significa correr atrás del camión y en mi caso después ir a entrenar, pero son cosas que me ayudan mucho. También me comentaban de gente que se sorprende o admira que pueda hacer las dos cosas al mismo tiempo. Cuando empecé a correr lo que quería era poder terminar los 10 km o 21km, según a lo que me anotara y nunca me imaginé llegar a los 42.
El estado físico
- Antes de entrar a esto de las maratones estaba con sobrepeso y fuera de estado. Siento que al no entrenar buscando un objetivo uno se deja estar, come más de lo que debería y eso se va acumulando. Se siente mucho en las rodillas, los tobillos, empiezan los dolores, pero los entrenamientos me aliviaron mucho en este último tiempo, incluso de no ser por el covid no he tenido lesiones en el trabajo. Tampoco hay que exceder el físico porque eso también puede hacer mal, hay que manejarlo, lo bueno que tiene esto de correr es el autoaprendizaje, uno comienza a conocer mejor su cuerpo y hasta dónde lo puede exigir.
Superar el covid-19
- Fueron dos veces las que tuve covid. En octubre me contagié solo y en abril de este año le tocó a toda mi familia, pero gracias a Dios las dos veces fueron con síntomas leves. Me tuve que hacer los chequeos pero por suerte todos dieron bien, supongo que el estar entrenado me ayudó mucho, más allá de qué sentí un poco de cansancio cuando me tocó volver la segunda vez y tuve que frenar una semana, no la pasé tan mal. Siento que correr fue algo que me ayudó, incluso sé de muchos atletas que han tenido covid y que por suerte no tuvieron mayores problemas.
Agradecimientos
- El agradecimiento principal es para mi esposa Mabel, qué es la que me acompaña a todos lados y me apoya en esto. También a toda mi familia y desde ya a la profesora Virginia Falasconi, que tuvo que adaptarme el entrenamiento. Incluso cuando en algún momento pensé en no hacer esta distancia ella me alentó para qué lo pudiera llevar adelante, al igual que a todo el equipo "Vir Team" porque me han apoyado mucho. Por ahora no hay objetivos por delante, el desafío del año está cumplido.