River hizo prevalecer su jerarquía
El "Millonario" volvió a sumar de a tres en el Monumental gracias a un gol de Matías Suárez, que sirvió para vencer 1-0 a Banfield y seguir siendo el único líder de la Superliga.
River Plate hizo prevalecer su superioridad y jerarquía sobre un Banfield que contó para atacar en el segundo tiempo con el buen debut de Daniel Osvaldo y para defenderse la resistencia del arquero Iván Arboleda, insuficientes ambos para que pese al ajustado triunfo por 1 a 0, el líder de la Superliga viera peligrar esa condición ante una multitud que se dio cita en un estadio Monumental repleto y pasado por agua.
River Plate "dejó" que Banfield disfrutara de una primavera en pleno verano durante el cuarto de hora inicial del partido, pero inmediatamente después apretó el acelerador y rápidamente hizo valer su jerarquía individual y colectiva para ponerse en ventaja con su fórmula novedosa de la línea de cinco, vale decir desborde de Gonzalo Montiel por derecha y gol de cabeza de Matías Suárez entrando por izquierda.
A partir de allí, 16 minutos apenas, River, que le había convertido a Banfield por primera vez siendo visitante después de mantener el "Taladro" su valla invicta por siete encuentros, se convirtió en amo y señor del partido, convirtiendo en figura al arquero colombiano Iván Arboleda, hasta el punto que a los 28 minutos quedó a punto de liquidar virtualmente el cotejo muy anticipadamente.
Es que hubo una mano penal del ex-River, Luciano Lollo, bien sancionada por el árbitro Fernando Rapallini, pero para "no perder la costumbre" el colombiano Rafael Santos Borré estrelló su disparo en el travesaño (es el cuarto penal consecutivo que falla el "millonario").
La segunda mitad no cambió esa tesitura del final de la primera, pero aunque River siguió convirtiendo a Arboleda en figura, a partir de los 20 minutos Banfield empezó a encontrar un par de revulsivos que, junto al viento y la lluvia que aparecieron impiadosos sobre el estadio Monumental, le dieron al desarrollo una emotividad adicional.
Y de esos dos revulsivos, el primero fue el campeón preolímpico Agustín Urzi, que enseguida complicó a Montiel por su costado, pero el otro fue Daniel Osvaldo, que en el día de su debut en Banfield, justo contra River en el estadio Monumental que lo abucheó de continuo, casi convierte un gol de antología, de esos reservados solamente para jugadores de su jerarquía.
Hubiese sido algo típico de un jugador con aureola de estrella como lo es "Dani Stone", que después de más de tres años de no jugar profesionalmente volvió una noche, nada menos que en la cancha del mejor equipo argentino, con todo el morbo de su pasado boquense, y demostró que los buenos seguirán siendo buenos a pesar de todo, incluso del tiempo.
Como habrá sido ese temor latente que había en el Monumental por Osvaldo, recordando tal vez a aquel Martín Palermo que volvió justo contra River de una rotura de ligamentos cruzados para sentenciar un 3-0 por Libertadores en la Bombonera, que la cara "de susto" del director técnico Marcelo Gallardo resultó por demás elocuente.
Pero no pudo ser y finalmente el "Millonario" se llevó un triunfo que el permite seguir siendo líder de la Superliga.