Sumó experiencia y algo más
Diego "Riña" Luque aludió a los combates realizados fuera del país y no dudó en seguir apostando a sus presentaciones internacionales por razones económicas.
El gimnasio Municipal de boxeo fue el lugar consensuado para el encuentro. Una cita que fue matizada por esa particular combinación de sonidos: el de los guantes golpeando la bolsa junto a la chicharra del reloj que marcaba los minutos del ejercicio de los chicos que cumplían con su entrenamiento diario. En ese contexto, la charla se tornó tan abierta como frontal, tal cual su forma de manejarse arriba del ring.
Un diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que se imponía luego de que en un abrir y cerrar de ojos se convirtiera en un boxeador "for export", situación casi inimaginable a esta altura de su carrera. Canadá se convirtió este año en su lugar de acción. Primero fue su combate ante Mikael Zewski en Toronto y hace poco en Montreal enfrentando al congoleño Ghislain Maduma. En 2016 había tenido su bautismo internacional en Escocia frente a Jack Catterall.
Diego "Riña" Luque, a sus 33 años, decidió capitalizar nuevas vivencias en el exterior pero también buscar una diferencia económica para amortizar tanto esfuerzo y sacrificio invertido en los 15 años de actividad. Un contexto que eclipsó su título Latino welter FIB, pero no sus ansias de volver a combatir ante su gente.
-En el año solo combatiste dos veces y lo hiciste nada menos que en Canadá...
-Siempre pensé en tener mi ranchito y decir esto me lo dio el boxeo. Bueno, estoy contento de esta oportunidad que me dieron en el exterior, nunca me imaginé ir tan lejos para pelear.
Claro que esto lo puedo hacer gracias a mi familia que me apoya, a don Adolfo Robledo quien fue el que me inició en este deporte, a Sebastián Echenique que continuó siendo mi entrenador y a Luis Montenegro que me guía con sus consejos.
-Seguramente fue una gran experiencia...
-Fue una experiencia muy linda, lo que me complicó es la velocidad que ellos tienen, además no combatí en mi categoría, lo hice en una más pesada.
Aquella vez en Escocia fui muy nervioso por todo lo que significó hacer semejante viaje, tuve mis miedos, pero cuando fuimos este año por primera vez a Canadá, en Toronto ya estuve más tranquilo y ahora en Montreal lo disfruté más.
Fuimos diez boxeadores a pelear con los de Montreal, de los cuales siete perdieron por nocaut y solo tres lo hicimos por puntos.
-En las tres oportunidades que tuviste no pudiste ganar...
-Sí pero de los tres combates que hice en otros países en ninguno fui a aguantar, lo que hice siempre es ir para adelante a buscar la pelea, pasa que ellos tienen velocidad y disparan, no se prenden en todas.
Te prueban los dos o tres primeros rounds y si ven que te les plantas y le aguantas la mano empiezan a disparar, a boxear. En cambio yo soy más frontal.
A Maduma le di la iniciativa para poder meter alguna mano de contra. Traté de que se metiera en el "toma y traiga" que a la gente le gustaba, pero no, tocaba y se iba.
-¿Crees que te faltó algo?
-Me falta quizás otra preparación un poco más exigente, más cuando vez el estado físico que tienen allá y la velocidad. Convengamos que también combatí en 66,700kg. cuando lo mío es 63,500kg.
Te repito, muchos van afuera a aguantar las peleas, yo en cambio trato de ganar, y sé que se puede dar con una buena preparación.
Patricio Retondaro quien me llevo las tres veces quedó satisfecho con mis actuaciones más allá de que perdí porque soy de dar pelea, de ir al frente y eso a la gente le gusta, quieren ver una guerra, que se peguen y la verdad que a mí me gusta "trabajar" en las peleas, eso me motiva más.
-Por otro lado no defendiste el título que ostentabas...
-Ah, el título latino welter de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Creo que si a los seis meses o un año no se defiende queda vacante. No era mi categoría pero esa vez le pusimos corazón y le ganamos bien, le sacamos el invicto a Gabriel Ledesma en una buena pelea.
-¿Cómo te sentís física y mentalmente a tus 33 años?
-Me siento muy fuerte, con más experiencia. Además soy una persona muy disciplinada en mi vida cotidiana, e incluso el gimnasio no me cansa, me gusta entrenar.
Tampoco me duelen los golpes, el cuerpo todavía se los banca, pero si el día de mañana empiezo a sentir las manos y me aflojo, diré "hasta acá llegué". No soy de esos locos que hacen sufrir a la familia y hasta la gente que los acompaña. Te repito, estoy fuerte todavía, quizás tire un año más, ya veremos.
-¿Te gustaría combatir en San Francisco?
-Sin dudas, me enteré que en diciembre se realizará una velada y me gustaría ser parte de esa programación, quiero volver a pelear en mi ciudad. También poder tener alguno auspiciante que me dé una mano.
-¿Pero la idea es seguir peleando en el exterior?
-Hoy si voy a Buenos Aires en peleas parejas me las roban, donde las gané por dos puntos me la robaron siempre, afuera pasa lo mismo porque si no ganas por nocaut no te la van a dar, pero cuál es la diferencia, la bolsa. Mil veces prefiero ir a pelear afuera por el tema económico.
En Buenos Aires no quiero renegar más, porque siempre voy de punto a cualquier lado como no tengo un promotor que me cuide, siempre digo que voy a la "casa del campeón" aunque me van a tener que dormir para ganarme.
Soy un hombre de palabra y no me gusta andar firmando papeles porque hay mucha gente mala en este ambiente que busca engancharte.
-Entonces pronto volverás a subirte al avión...
-Como te decía, saliendo al exterior hay una diferencia económica importante y una imperdible oportunidad de conocer otros países que en mi vida hubiese imaginado. Además soy consciente que no me quedan muchos años en el boxeo, así que debo ganar algo después de 15 años en la actividad.