Talento desde la cuna
La jugadora de vóley, Agostina Zurbriggen pudo en este 2020 cumplir un viejo anhelo que es recalar en una entidad le permita ser parte de la Liga Nacional. El futbolista Enzo Avaro firmó contrato con Sportivo y sueña en grande para lo que viene. Pero para llegar a esto, tuvieron que transitar un largo camino y lo recuerdan junto a LA VOZ, pisando el lugar que los vio nacer deportivamente.
Se va terminando un año muy particular para todos. El deporte a lo largo de este 2020 tuvo diferentes momentos, pero el denominador común fue lo complicado que significó llevar adelante la actividad.
Con el brindis del 1 de enero se venían por delante proyectos, anhelos personales y grupales que después fue complicado poder plasmar. Cada disciplina tiene objetivos diferentes al igual que cada individuo, en este caso dos jóvenes deportistas de San Francisco tienen pequeñas diferencias pero de una u otra manera terminan la temporada con metas cumplidas y pensando en grandes cosas para lo que viene.
En el caso del fútbol, el jugador de Sportivo Belgrano Enzo Avaro pudo en este 2020 firmar contrato con la entidad "Verde" y al igual que sus compañeros terminar celebrando hace pocos días la clasificación en el Torneo Federal A, justamente con un gol suyo. Además aprovechó el tiempo que le dio la cuarentena para no perderle pisada a sus estudios.
A su vez, la voleibolista Agostina Zurbriggen tomó un rumbo que quizás no tenía planeado, pero sí que era un sueño de años. Ya con sus estudios terminados y recibida de kinesióloga no desaprovechó el llamado de Estudiantes de la Plata y se fue hacia tierras bonaerenses para jugar en el "Pincha" la próxima Liga Nacional y también la Liga Metropolitana, algo que según manifiesta era una cuenta pendiente.
Pero claro, cada uno para poder llegar al lugar donde están hoy tuvieron que transitar un largo camino, con altibajos, momentos de euforia y sobre todo con un gran sacrificio. LA VOZ DE SAN JUSTO los invitó a contar cómo finalizan este particular 2020 y los llevó al lugar que los vio nacer en el deporte. Enzo volvió a entrar a la cancha de Belgrano dónde dio sus pasos en el baby fútbol, mientras que Agostina recordó esos momentos felices que vivió en El Talita.
Allá en Barrio 9 de Setiembre
De chico, apenas un poco más grande que la pelota, llegó hasta el predio que Belgrano tiene a pocas cuadras de su casa y nunca más se fue, hasta el día que pasó a Sportivo. "Hacía bastante que no entraba a la cancha de Belgrano, de todas maneras siempre iba a ver a mis hermanos cuando se podía jugar antes de la pandemia. Siempre que uno vuelve a esos lugares que lo hicieron feliz te trae muchos recuerdos y esas sensaciones de momentos vividos, eso es importante, por eso siempre que puedo trato de volver al club, darme una vuelta y en definitiva siento que es algo lindo. Fue una etapa hermosa donde conocí a mucha gente y recordar eso siempre hace bien".
Más allá de lo que aspira hacer en el fútbol, no descuida sus estudios: "La realidad es que esto de la pandemia hizo que uno pueda también centrarse en el estudio además del fútbol. Fueron muchos meses de encierro y tener que estudiar por momentos lo hizo llevadero, sigo estudiando en el profesorado de educación física, si todo sale bien el año que viene me recibo y es algo muy lindo también en lo personal. Tener una carrera es importante, es un objetivo que me planteó para 2021, voy a seguir con el fútbol, pero espero en algún momento poder ejercer la profesión".
Parte de la historia
Fue parte de una generación que marcó una época en el vóley de nuestra ciudad. Si bien no fue hace tantos años, el recuerdo de aquel equipo que dirigía el "Choco" Almada, con grandes jugadoras quedará para siempre.
Ahora, ya con 25 años, recuerda todo eso con cariño. "Hacía mucho que no entraba a El Talita, está muy lindo, me trae muchos recuerdos de cuando nosotras veníamos a limpiarlo. Me pasan muchas cosas, me dan ganas de volver a esos tiempos, estuve hasta el 2014 y fue una etapa muy linda".
Mientras que agregó: "Estoy siempre en contacto con Micaela (Mondino) y soy muy amiga de Agustina Rossi a quién veo siempre, a las otras chicas hace mucho que no las veo, pero tengo los mejores recuerdos. El Tala me dejó un gran aprendizaje, a saber lo que significa trabajar en equipo, la responsabilidad qué significaba tener la camiseta, el apego por el entrenamiento, los viajes, las amistades, fue algo realmente muy lindo. Hace un tiempo tuvimos una charla virtual con varias de las chicas donde les hablábamos jugadoras de inferiores y nos acordábamos de todas las experiencias que vivimos y tratamos de decirles que se lleven eso, que disfruten, que seguramente se van a perder algunas cosas pero no se van a arrepentir, el vóley a mí me dio un montón".
A la vez que dijo: "Mi familia es la que siempre estuvo conmigo, mi mamá y mi papá qué son apasionados por el deportes, mis hermanos Claudio, Fausto y Emilia, qué cuándo surgió la posibilidad de irme a Estudiantes me incentivaron y me ayudaron. Agradecerle también a mis amigos, a toda la gente con la que compartí en El Tala en Universidad de Córdoba, a todos los entrenadores y todos los que hicieron posible que yo hoy pueda cumplir este gran objetivo".