Una temporada positiva
A pesar del sabor amargo que genera una eliminación, San Isidro cerró una temporada positiva en el Torneo Nacional de Ascenso (TNA), la segunda categoría del básquetbol argentino. El conjunto dirigido por el venadense Julián Pagura cayó de pie en el estadio "Severo Robledo" ante uno de los mejores equipos de la competencia como Hindú Club de Resistencia.
Hay formas y formas de perder, y de la amarga experiencia de los "Halcones Rojos" con el entrenador Osvaldo Arduh, donde el elenco de calle Corrientes se despidió de manera muy temprana al caer en el primer cruce -y teniendo ventaja de localía- ante Echagüe de Paraná, a lo que hizo en la temporada 2016/2017 hay una diferencia importante.
El cambio de rumbo planteado por la dirigencia "santa" al interrumpir el contrato de Arduh y traer como entrenador a Pagura, de exitoso paso por Ciclista Juninense, apostando a un proyecto a largo plazo -tratando de darle mayor participación a los juveniles- ya comenzó a dar sus frutos.
Hans Feder Ponce, Federico Andereggen, Ignacio Pérez y Matías Gómez tuvieron minutos en momentos importantes y colaboraron, con su positivo aporte, a que los "Halcones Rojos" realicen una muy buena campaña.
En cuanto al funcionamiento del equipo, el mismo tuvo muchos altibajos durante la fase regular, pero la mejor versión se vio en los play off, donde San Isidro se hizo fuerte en defensa, fue intenso y solidario. Gracias a todo esto, más la unión del grupo, pudo dejar en el camino a Asociación Mitre de Tucumán en la primera llave, luego a Villa Ángela Básket (con triunfazo incluido en el quinto partido en Chaco) hasta caer con la frente en alto ante Hindú Club de Resistencia. Los jugadores del "Santo" dejaron todo dentro del rectángulo de juego y el público que se dio cita en el último viernes en el "Severo Robledo" le reconoció ese esfuerzo con un cerrado aplauso.
Uno de los errores en el armado del plantel fue el fichaje de Andrés Landoni, el ala pivote con pasado en Estudiantes de Concordia y Regatas de Corrientes en la LNB venía de estar un tiempo inactivo por una lesión y nunca tuvo un buen rendimiento en el equipo de Pagura. El corte del interno cordobés debería haberse realizado antes ya que quedó claro que con el arribo del norteamericano Jonathan Durley el "Santo" se potenció.
De cara a la próxima temporada, con la continuidad de Julián Pagura asegurada -firmó contrato por cuatro años cuando llegó a San Isidro-, será importante mantener la base de este plantel y que continúen jugadores que fueron importantes en esta campaña como Santiago González (el máximo rebotero del torneo), Juan Ignacio Kelly y el moreno Durley para que los "Halcones Rojos", con la ilusión renovada, vuelvan a ser protagonistas del TNA y puedan hacer realidad su máximo sueño: llegar a la Liga Nacional.