Una vez se vistió de rojo
Corporizó el sueño de ser futbolista profesional cumpliendo una exitosa carrera que inició en Sportivo Belgrano. Tuvo el privilegio de defender la casaca de Independiente junto a ídolos como Ricardo Bochini y además jugó 12 años en Francia donde entabló amistad con Carlos Bianchi.
El "gringo" es otro de los muchos que están emparentados con la historia de Sportivo Belgrano, aunque su itinerario deportivo tuvo el sello de distinción por su pasado en uno de los "cinco grandes" de la Argentina y su experiencia europea en el fútbol francés.
Llegó desde su San Martín de Las Escobas natal para vestir la "verde" entre el '75 y '76, pero su fornida estampa y condiciones de recio defensor lo llevaron a Independiente de Avellaneda entre el '77 y '78. Pero eso no fue todo, luego emigró al "Viejo Mundo" donde jugó durante 12 años.
Daniel Enzo Alberto recibió a LA VOZ DE SAN JUSTO en su domicilio donde en una amena charla fue desgranando recuerdos de su gran trayectoria en la que vivió una época dorada de la Liga Cordobesa, llegó a festejar su único campeonato nada menos que con Ricardo Bochini y hasta se hizo amigo de Carlos Bianchi en aquellos tiempos en París.
El sueño cumplido por aquel pibe que anhelaba ser futbolista profesional, pero que también supo forjarse una educación, para desenvolverse mejor aún fuera de la cancha. Si cumplió con sus estudios secundarios en San Vicente, lo que le sirvió luego para convertirse en "bancario", empleo que desarrolló en forma paralela mientras jugó en Sportivo.
Recortes de diarios y revistas, testimonian su rico pasado futbolístico. Y qué decir de las pilas de camisetas de las que rescata las dos del "diablo", la que jugó la Copa Libertadores y la del inolvidable título del Nacional '77 conseguido ante Talleres de Córdoba.
Una charla de dos horas que resultaron escasas para condensar innumerables anécdotas de su exitosa carrera profesional, esa que quedó teñida de un rojo pasión.
En la "verde". "Empecé a jugar en mi pueblo, San Martín de las Escobas, y luego vine a Sportivo Belgrano, donde estuve desde el '75 al '76. Con Sportivo terminamos segundos en un campeonato".
"Talleres nos llevaba uno o dos puntos y vino a jugar acá. El "Chueco" Tabares que aparentemente se "entregó", hizo un penal y se fue expulsado, la cuestión que perdimos".
Aquel plantel lo conformaban entre otros, "Chila" Ludueña, el "Loco" Espósito, "Tati" Cabrera, "La Mona" Garde, "Pepe" Pepellín, Roberto Marucci, Jorge Barovero, Micheloud, Eladio Rodríguez y Juan Meglio. Después estaban "Pipo" Jerez, "Toti" Bogliotti, el "Puma" Ferreyra, el "Negro" Olmos, Ricardo Martino y yo".
A estudiar. "Quería ser jugador de fútbol, pero igualmente estudié. Fui hasta 3º año en San Martín de Las Escobas y luego 4º y 5º los hice en San Vicente. Hasta allá nos llevaba mi viejo en colectivo".
"Incluso cuando estuve en San Francisco empecé el profesorado de historia. Trabajaba en el banco Hipotecario, después iba a practicar en Sportivo y a la tardecita iba al colegio Inmaculada. Lo hice un año y después me salió la posibilidad de irme a Buenos Aires y dejé todo".
De bancario. "En el banco hacía un poco de todo, estaba en atención al publico, de cajero, también en la parte contable. Un amigo Norberto Morano que ahora vive en Buenos Aires y fanático de Sportivo, me consiguió la posibilidad de que me tomaran un examen y entré a trabajar. Me hice de muchos amigos, entre ellos don Abel Spalla que tiene un hijo (Alejandro) que es periodista".
Reacción violenta. "Fue un partido que jugamos de local contra Belgrano donde el árbitro Hisper Adbenur me echó y estuve varios meses sin poder jugar. Pero eso me permitió que los dirigentes no pidieran tanto dinero y tuve la posibilidad de irme a Independiente. Antes me habían querido llevar San Lorenzo, la gente de Talleres, de Unión, Instituto, pero Sportivo pedía mucho dinero".
"Ibamos perdiendo 1-0 y tuvimos un tiro libre a nuestro favor en mitad de cancha. En ese momento Roldán que el "9" de Belgrano agarró la pelota y vengo desde atrás y se la saco, entonces él se tiró al piso. El árbitro se da vuelta y al verlo tirado y yo al lado, me sacó la roja".
"Estuve en el vestuario hasta que terminó el primer tiempo, luego subí la escalerita del túnel y salí a buscarlo, lo empujé, cayó y tuve la suerte de que mis compañeros me retuvieron porque sino no sé que hubiese pasado".
"Me iban a dar dos años, pero Sportivo puso un abogado que armó una historia y como estaba en la selección cordobesa y para no cortarme la carrera me dieron 6 meses de suspensión".
Rivales duros. "En aquel tiempo todos los rivales eran muy fuertes, Talleres que dos años después jugó la final del Nacional con Independiente, tenía a Bocanelli, Bravo, Alderete, Valencia; en el caso de Instituto estaban Ardiles, Kempes, Beltrán, Ceballos. La Liga Cordobesa era muy fuerte, había muy buenos jugadores".
Con el "diablo". "En Independiente debuté contra Huracán y empatamos 1 a 1. Fue en marzo del '77. Housseman nos gambeteó a todos y entró con la pelota dentro del arco, creo que fue el mejor gol que vi en mi vida. Después tuve la suerte de empatar de cabeza y eso me sirvió para que me conocieran un poquito".
"Ese día jugué con el "Negro" Galván, Arrigoni, Enzo Trossero, Pogany, Lencina, Arrieta, Larrossa, Asteggiano, Bochini y Bertoni".
"Además del gol ante Huracán hice uno más ante Estudiantes en La Plata, ganamos 3 a 2. Así que tuve 2 goles en Independiente".
Obligado suplente. "En el plantel era suplente. Adelante tenía a Villaverde y Trossero en la zaga central que eran dos fenómenos. Villaverde que jugaba en mi puesto para mí fue el mejor central que hubo en esa época, pero no tuvo la suerte a nivel de selección porque se lesionaba seguido".
"Después estaba Enzo con su personalidad, un tipo ganador que le pegaba muy bien a la pelota".
"Así que (José) Pastoriza en un momento me dio la posibilidad de jugar de "4", entonces jugué varios partidos como marcador de punta si bien no era mi puesto, traté de hacer lo mejor posible".
"Bueno, quedamos segundos y River salió campeón porque le ganó a Boca en La Bombonera. Nosotros habíamos empatado creo que con Lanús y nos ganaron por 2 puntos, fue el Metropolitano del '77".
Gritó campeón. "Después ganamos el Nacional de ese mismo año. Creo que fueron 18 partidos, jugué varios como marcador de punta, pero siempre estuve en el plantel. En la final con Talleres empatamos 1-1 en Avellaneda y después acá en Córdoba 2 a 2 con 8 jugadores, habíamos sufrido las expulsiones de Trossero, Galván y Larrossa. A pesar de estar con tres menos, lo empató Bochini y conseguimos el título".
Pastoriza, un grande. "Para mí fue algo único, me acuerdo que Pastoriza me dijo "pibe festéjelo porque no sabe si algún día va a salir campeón de nuevo, y bueno, tuvo razón porque nunca más salí campeón".
"Pastoriza fue un fenómeno de persona, me dio la posibilidad de jugar en un equipo donde había grandísimos jugadores. Hablando siempre lo justo y necesario, te daba mucha confianza, manejaba mucho el vestuario".
Un milagro. "Salimos de Ezeiza rumbo a Ecuador para jugar por la Copa Libertadores. Había pasado como una hora cuando nos dijeron que estábamos en emergencia porque no andaba el tren de aterrizaje y debíamos volver a Buenos Aires.
Entonces estuvimos como una hora dando vueltas sobre el Río de La Plata para que el avión descargara todo el combustible. Nos pusimos en posición de impacto y había muchachos que rezaban, lloraban y gracias a Dios pudimos aterrizar bien, aunque casi se nos terminó la pista".
En suelo francés. "Llegué a Francia en el '78, después del Mundial y me quedé hasta el '90. Fueron 12 años en los que me adapté bien. Aprendí el idioma, cuando estaba en París, el Racing me puso una profesora que venía al hotel. Compartí equipo con el santiagueño Humberto Bravo que lo habían comprado a Talleres, pero a él le costó la adaptación y se volvió".
"Estuve solo desde septiembre hasta diciembre. Volví, me casé y regresé a Francia. Allí estuve hasta después del Mundial del '90, cuando regresé a la Argentina a causa de un problema de salud de mi señora (Liliana García) quien luego falleció al año siguiente. Allá nacieron Jordan y Melani".
Un gol en el clásico. "Jugamos el clásico de París, empatamos 1 a 1. Carlos Bianchi hizo el gol para el Paris Saint Germain y yo para el Racing. Después viajamos todos juntos para la Argentina por las fiestas de fin de año. Allá también estaban Osvaldo Piazza, Víctor Trossero, Ramón Heredia, Hugo Bargas, Cabral, Humberto Bravo, Newmann, Nogués, y Carniglia que era el técnico del Bordeaux".
Mi amigo Carlos. "Eramos muy amigos con Bianchi. Los domingos nos juntábamos en su casa o en la de Ramón Heredia. A Carlos siempre le interesó ganar el premio al goleador de Europa, así que los domingos a la tarde veíamos un programa de deportes donde pasaban los goles de todos los países porque quería ganarse el Botín de Oro, me acuerdo que tenía uno de plata y otro de bronce, porque era un excelente goleador, hacía siempre de 25 a 30 goles por temporada".
Juego de estrellas. "Jugué con muchos argentinos, algunos compañeros y otros rivales, como Bianchi, Piazza, Márcico, Trossero. Una vez, cuando la Selección de Francia se preparaba para el Mundial de 1982, hicimos un partido amistoso, yo estaba en el Racing de Lens, y estaban todos los "monstruos", Tigana, Girés, Platini".
Satisfecho. Mi sueño fue ser jugador de fútbol y lo logré. Tuve la suerte de obtener un campeonato con Independiente y participar en la Copa Libertadores, jugar muchos años en Francia , conocer países, y hacerme de amigos. Así que no creo tener cuentas pendientes.